jueves, 20 de agosto de 2009

Cerrado por vacaciones.


Llenamos el coche de maletas.
Bajamos las persianas con firmeza.
Lanzamos a la cama un hastaluego cariñoso.
Prometemos al ordenador algun regalo de regreso.
El televisor se deprime cuando cerramos la puerta.
Os espero a todas y a todos en Septiembre, un mes propicio para retomar anhelos y propiciar encuentros.
Hastaluego

miércoles, 12 de agosto de 2009

Dirigido por ... PAUL SCHRADER.







"En elmundo pasan cosas que no sospecha (...), cosas que es mejor no saber. Hay puertas que no deberían abrirse."

(Andy Mast, detective privado, a Jake Van Dorn, su angustiado padre cuya hija ha desaparecido, en Hardcore, un mundo oculto)



Siempre ha estado Paul Schrader interesado en el lado oscuro del ser humano, un acercamiento muchas veces obsesivo, en películas casi siempre interesantes, aunque pocas veces se plasmen en grandes obras. Posibilidad de escape y Aflicción son, en mi opinión, aquellas en que fondo y forma armonizan en excelentes films que son lo mejor de su filmografía. En un momento en el que la voz de Schrader en el cine actual parece silenciada resulta más que apropiada la reivindicación de un cineasta personal y lúcido, con una filmografía irregular, pero en la que abundan los títulos importantes -ninguna obra redonda por la que pasará a la historia, pero muchas películas atractivas-, que siempre a estado a la sombra de compañeros de generación, directores emblemáticos como Scorsese, Coppola o Georges Lucas.

Su trayectoria cinematográfica está marcada por sus propias vivencias, cine y vida se funden, y sus cauces y meandros se encuentran y se cruzan en bastantes momentos de su filmografía, tanto de guionista como de director, llevando al que escribe a la curiosa conclusión de considerar al propio Paul Schrader persona, el primero de sus torturados antihéroes, y su accidentado camino personal hasta llegar a trabajar en el cine, un acto de catarsis.

Tanto en sus guiones como en las películas que ha dirigido, Schrader ha seguido los itinerarios morales de personajes atormentados que buscan su razón de ser enfrentados a entornos hostiles representados por una sociedad cínica e hipócrita, ante la que el cineasta vuelca su pesimista visión de una civilización abocada a la deshumanización, la soledad y el vacío.

Nace Paul Schrader en Grand Rapids , estado de Michigan, en 1946, en el seno de una familia calvinista de rígidas convicciones. Entre ellas, estaba prohibido ver películas, beber alcohol, bailar, fumar ... En ese ambiente crece el joven Paul destinado a ser pastor protestante. Pero al cumplir los 18 se matricula en Derecho en la Universidad de Michigan escapando del yugo familiar. Allí ve su primera película y comienza su pasión por el cine. Se marcha a Los Angeles a estudiar cine en UCLA y allí se pone al día en cultura cinematográfica tras una vida de abstinencia de celuloide -según confiesa llegó a ver más de mil películas en un año-. Consigue una beca para el Centro de Estudios Fílmicos Avanzados y comienza a trabajar como crítico en varias publicaciones de Los Angeles. Dos años más tarde ya es redactor jefe de la revista Cinema. Tras una oscura temporada de depresión, insomnio y alcohol, gracias a la intervención de su hermano Leonard, la Paramount le encarga el guión de Yakuza, un thriller ritual de ambiente japonés dirigido por Sidney Pollack. Un año después firma el libreto de la aclamada Taxi Driver, la primera de sus colaboraciones con Scorsese a la que seguirán Toro salvaje (1980) y La última tentación de Cristo (1988).

El cine de Paul Schrader es un cine humanista, un cine que versa sobre el sentido ético del ser humano. Sus películas muestran un universo personal y subjetivo en el que predomina la reflexión sobre la acción. Sus torturados personajes buscan los caminos que les lleven a encontrar la luz y salir de las tinieblas del alma. Hay veces en que encuentran esa luz en la abyección más absoluta, pero casi siempre tras senderos que buscan la redención. Fruto tal vez de su rígida educación calvinista, hay en Schrader un gusto malsano y morboso hacia lo sórdido, lo extraño, lo retorcido, presente en el descenso a las tinieblas de los antros del sexo, de Jake van Dorn en busca de su hija en Hardcore, un mundo oculto; en el mórbido universo de los hermanos Paul e Irina en El beso de la pantera; en la enfermiza relación de dominación/sumisión de las dos parejas de El placer de los extraños; en el paseo desde la decadencia de la droga a la redención de Posibilidad de escape; en la adicción al sexo del actor de TV Bob Crane en Desenfocado.


En 1978 realiza su primera película. Se trata de Blue Collar, film con tintes sociales y políticos, una línea en la que no volverá a incidir su director. Es un despiadado fresco acerca del trabajo en una fábrica de coches. En Hardcore un mundo oculto (1979) Schrader contrasta el puritanismo con la pornografía en la odisea de Jake Van Dorn en pos de su hija, un descenso a un mundo oculto en el que sus firmes convicciones serán ferozmente derruidas. Están aquí ya los temas y obsesiones que serán habituales en el cine del director de Michigan: una moral ambigua, la decadencia social, la persona que cae en un mundo basado en la corrupción y el engaño. American Gigolo (1980) tiene una puesta en escena austera y elegante para contar la historia de Julian (Richard Gere), un prostituto de lujo al que le gustan las mujeres maduras, que será redimido por el amor de Michelle (Lauren Hutton).

El beso de la pantera (1982) pervierte el clásico de Tourneur con una mezcla de fanatismo religioso, incesto, sexo animal, sangre y romanticismo. Irregular, pero altamente original. La Kinski está más felina que nunca. Malcolm McDowell desentona en su histrionismo. Mishima (1985), escrita con su hermano Leonard y producida por Lucas y Coppola, es su proyecto más personal y el más extraño y alejado de loa estándares hollywoodienses. Renunciando al biopic al uso el retrato del escritor Yukio Mishima es un puzzle histriónico en el que tienen cabida diversos registros: el blanco y negro para los flashbacks sobre la infancia y juventud de Mishima, las estilizadas recreaciones en estudio de fragmentos de sus novelas, todo ello trenzado con la línea narrativa del último día de su vida.




En 1990 estrena El placer de los extraños basada en la novela homónima de Ian McEwan con guión firmado por el Nobel Harold Pinter. La película, de atmósfera enfermiza y malsana, sigue las ambiguas relaciones que acabarán en tragedia de dos parejas en una decadente Venecia. Posibilidad de escape (1992) es un amargo film sobre perdedores y antihéroes, yuppies y traficantes atrapados en una sociedad sin valores. Willem Dafoe da vida a un outsider, un camello hastiado que busca la paz interior en un mundo decadente.
Aflicción (1997) -para quien esto escribe, lo mejor que ha filmado Paul Schrader- parte de la homónima novela de Russell Banks -autor también del título que dió lugar por aquellas fechas a El dulce porvenir, la espléndida película de Atom Egoyan- y es un destilado perfecto de todas las esencias del cine de Paul Schrader aderezado con referencias a todo su cine anterior. El sheriff Wade Whitehouse, interpretado por un magnífico Nick Nolte es uno más en la lista de los atormentados personajes de su director. Tras la intensa Aflicción, Forever Mine defrauda. Se trata de un convencional thriller pasional visto mil veces.
Su primera película del Siglo XXI es Desenfocado, acerca del actor de éxito en la televisión de los 60 Bob Crane (Greg Kinnear), adicto al sexo, las drogas y las cintas de video, y su camino de ascenso y caida, sobre su imagen pública obligadamente blanca y radiante, y los turbios recovecos de su verdadera personalidad. El exorcista: el comienzo (2005) no gustó a los ejecutivos de la Warner que, por extraño que parezca, esperaban otra cosa, y la película no se ha llegado a estrenar. Schrader sólo ha conseguido que se edite en DVD. Renny Harlin fue el encargado de volverla a rodar. Como si de una maldición se tratara después de este encontronazo con los exorcistas de Hollywood no ha vuelto a estrenar en España. The Walker (2007) y Adam Resurrected (2008) siguen en el limbo de las películas invisibles. Paul Schrader no lo merece. 30 años después de su debut todavía esperamos de él grandes películas.

lunes, 10 de agosto de 2009

El piano (Jane Campion, 1993)

  • Harvey Keitel: Espere, Ada. ¿Sabe negociar? Hay un modo de recuperar su piano. ¿Quiere recuperarlo? ¿Lo quiere? Verá. Podríamos hacer un trato. Hay cosas que me gustaría hacer mientras toca. Si usted me dejara se lo devolvería. ¿Qué le parece? Una visita por cada tecla.
  • Holly Hunter: (Alza su dedo índice y señala una tecla negra del piano)
  • Harvey Keitel: ¿Por cada tecla negra? Eso es mucho menos, la mitad.
  • Holly Hunter: (Indica con una mirada airada que se trata de una condición innegociable)
  • Harvey Keitel: Está bien, está bien. Las teclas negras.

jueves, 6 de agosto de 2009

Lejos del cielo (Todd Haynes, 2002)

Connecticut, 1957. Cathy (Julianne Moore) y Frank Whitaker (Dennis Quaid) son un matrimonio perfecto para todo el mundo. Tienen una bonita mansión, dos preciosos hijos, son guapos y disfrutan de su status en la Norteamérica de las rígidas convenciones sociales de la década de los 50. Pero basta con acercarse un poco para darse cuenta de que hay algo que parece no encajar en ese idílico mundo. Él mantiene relaciones homosexuales con desconocidos y a ella le atrae su jardinero, que además es negro.

Sin el riesgo ni la vocación transgresora de otras de sus obras anteriores -Poison, Safe, Velvet Goldmine- Todd Haynes elabora con Lejos del cielo una inteligente revisión de los coloristas melodramas dirigidos en los 50 por Douglas Sirk. Sus referentes son Escrito sobre el viento y Sólo el cielo lo sabe, además de la inspiración visual de algunas escenas del film en la pintura de Edward Hopper. Pero no hay en Haynes un intento de actualizar dichos referentes ni tampoco la opción posmoderna de utilizar la ironía y el cinismo para situarse por encima de la narración y de sus personajes. En Lejos del cielo todo nos remite al melodrama de los 50, desde los títulos de crédito con una preciosa panorámica por encima de las casas con el viento meciendo las hojas de colores otoñales, la magnífica música de Elmer Bernstein, la tonalidad de la fotografía ... Toda la iconografía y los ambientes del melodrama clásico son reinterpretados por Todd Haynes desde la perspectiva actual, renunciando a la pura revisitación nostálgica. Así, todos los dobles sentidos que anidaban en escenas y diálogos de aquellas películas, en Lejos del cielo quedan finalmente desvelados. La homosexualidad ya no sólo es sugerida. El melodrama sale del armario.

miércoles, 5 de agosto de 2009

Algunas notas acerca de El espíritu de la colmena.

  • La película se rodó en Hoyuelos (Segovia) que por aquel entonces, 1973, tenía 230 habitantes. El viejo palacete en el que vive la familia protagonista era propiedad de los marqueses de Lozoya.
  • Ana Torrent tenía 6 años cuando Victor Erice y Elías Querejeta la descubrieron en un colegio pintando sola en un rincón, muy concentrada mientras sus compañeras correteaban por el aula.
  • Era la primera vez en la historia del cine español en que un maqui era contemplado desde la óptica de los perdedores de la Guerra civil y con una mirada solidaria.
  • Durante el rodaje, nadie del equipo técnico entendía el sentido del guión, contaba el coguionista de la película Angel Fernández Santos.
  • Algunas de las imágenes del film se apoyan fielmente en los dibujos que hacía Angel Fernández Santos durante el proceso de escritura.
  • La proyección en el Festival de San Sebastián fue recibida con entusiamo por la crítica, pero también con desconcierto por muchos de sus espectadores. Al finalizar la película Concha Velasco le comentó a Querejeta: Sólo por hacer películas así merece la pena trabajar en esta profesión.
  • Fue la primera película española que ganaba la Concha de oro en el Festival de San Sebastián, pero -según comentaba su productor- el galardón fue abucheado por parte del público asistente.

lunes, 3 de agosto de 2009

Miradas: Vidas rebeldes (The Misfits, John Huston, 1961) (IV)

(Elliott Erwitt)

(Inge Morath)


(Eve Arnold)


(Inge Morath)

(Bruce Davidson)


(Henri Cartier-Bresson)

(Inge Morath)


(Eve Arnold)


(Ernst Haas)


(Inge Morath)


(Eve Arnold)


(Bruce Davidson)