Una corbata, símbolo del poder masculino, en forma de soga, la del capitalismo más feroz que estrangula a los más débiles en el engranaje de ese organismo llamado empresa.
Una corbata que es una soga. La hipocresía del sistema empresarial que aniquila al individuo en beneficio del colectivo, una mentira que enmascara que el fin último es el aumento de productividad de la compañía pasando por encima de cualquier otra consideración. La empresa que extiende sus tentáculos y penetra en el alma de sus empleados como hacen las sectas.
Retrato coral de ácido humor, agudas dosis de ironía y sana mala leche, con un guión sólido como una roca, que no pretende adoctrinar ni enviar mensajes, sino que considera al espectador lo bastante inteligente como para extraer sus propias conclusiones. Casual Day intenta huir de arquetipos y hablarnos de seres humanos, con sus contradicciones y anhelos a cuestas, adoptando en ciertos momentos un tono satírico que acaba revelando una mirada amarga ante una realidad no por conocida menos denunciable.
La película se puede relacionar con una línea de cine español -Smoking Room, El método- que muestra los ambiciosos y poco solidarios comportamientos, y la lucha por conseguir mejores puestos y condiciones en el mundo laboral -esa jerarquía en la empresa representada por la altura del piso en el que se trabaja-.
Ni uno sólo de los personajes es defendible ya que están faltos de toda ética: o son cobardes o sin escrúpulos, o ambicionan el poder o lo asumen mansamente, "o follas o te follan" como dice José Antonio (Juan Diego).
Este drama laboral de Max Lemcke se sustenta en unos inteligentes diálogos y un elenco actoral en el que destaca el gran Juan Diego, un más comedido que de costumbre Antonio Sanjuán, y la revelación de Estíbaliz Gabilondo, la reportera de "Caiga quien caiga".
1 comentario:
En temps de crisi amb aquesta pel.lícula es pot reflexionar al voltant de la societat de mercat feroç que permet al nostre primer mon estar deslliurat de perill. Quin fàstic!
De la pel.licula destaque l´escena en la que Luis Tosar entra en l´habitació de Estíbaliz Gabilondo y la viola sense tocarla. La supremacia masculina en el mon de l´empresa és una forma de violència molt comú. Que lentament evoluciona el ser humà.
Un petó de pel.lícula, Odile
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