lunes, 30 de marzo de 2009

Te querré siempre (Viaggio in Italia, Roberto Rossellini, 1953)




--- George Sanders: ¿Quieres tomar algo?
--- Ingrid Bergman: Sí, pero en el bar. Al menos veremos gente.
--- George Sanders: Porque sería muy aburrido estar solos, ¿verdad?
--- Ingrid Bergman: Lo digo por tí. Cuando estamos sólos no pareces muy feliz.
--- George Sanders: ¿Estás segura de saber cuando soy feliz?
--- Ingrid Bergman: Desde que salimos no estoy segura de nada. Me he dado cuenta de que somos dos extraños.
--- Georges Sanders: Es verdad. En ocho años de matrimonio no nos conocemos.
--- Ingrid Bergman: En casa todo parecía perfecto ... y ahora que estamos lejos de Inglaterra ...
--- Georges Sanders: Sí, hemos hecho un gran descubrimiento. Ya que somos dos extraños, empecemos de nuevo. Puede ser divertido ¿no crees?
--- Ingrid Bergman: Vayamos al bar.

domingo, 29 de marzo de 2009

Problemas de doblaje.



Problemas de doblaje

En la toma perfecta,
cuando el guión es bueno
y los actores fingen dignamente ser héroes,
el tiempo marca estrías, va apagando
uno a uno los focos y la banda
sonora se interrumpe.
Sensación de pantalla desgarrada
la insuficiencia siempre de vivir.
Qué frágil la película
que intentamos rodar en esas horas
para sesión privada y clandestina
en la pantalla interna de los párpados.
Un insípido tono pudoroso
de noche americana
en las irisaciones del deseo,
ni siquiera el siena matizado
del pasado indoloro nos acude.
Sueño de gabardinas
por calles satinadas de humedad,
labios muy densos, casi
negros desde la sala. Juventud,
cinta de celuloide erosionado,
un guión mediocre,
problemas de doblaje.

Aurora Luque

jueves, 26 de marzo de 2009

Donen por Donen. 10 clásicos.




-1- Un día en Nueva York (1949)

Tras hacer de todo para la Metro, Donen codirigió con Gene Kelly este musical sobre el disfrute de un día libre en Nueva York para tres marineros.


Innovamos al filmar en las calles de Nueva York. El estudio nos decía que no se podía rodar fuera de Hollywood. Nosotros insistimos: va sobre tres marineros en Nueva York, ¡Debe hacerse en Nueva York! Gracias a Arthur Freed al final salimos dos semanas. La película está bien, pero pudo ser sensacional, como West Side Story.



-2- Royal Wedding (1951)

Su primer film en solitario del que se recuerda sobre todo la inolvidable secuencia con Fred Astaire bailando por paredes y techo de una habitación.


No me gustaba el guión, pero cuando Arthur Freed me preguntó si quería trabajar con Astaire contesté: -Me bastaría con limpiar su camerino-. Empecé a bailar tras verle en Volando hacia Río de Janeiro (Thornton Freeland, 1933). Tendría 9 años. Fue mi mayor influencia para dedicarme a esto. Y 15 años después lo dirigía.


-3- Cantando bajo la lluvia (1952). Kelly y Donen de nuevo juntos para crear un título mítico del género musical. Una película por la que el tiempo no ha dejado huella, un canto a la alegría de vivir, plenamente disfrutable y contagioso. El número musical que titula el film y el Make'em laugh a cargo de Donald O'Connor justifican por sí sólos la leyenda existente a su alrededor.


Tuvimos mala suerte. Estrenamos antes de los Oscar. El estudio no podía prever que Un americano en París (Vincente Minnelli, 1951) ganara seis estatuillas. Ya la había retirado de las salas pero la reestrenó, retirando Cantando bajo la lluvia. Para los críticos Un americano ... era arte, y Cantando ... era carne con patatas.


-4- Siete novias para siete hermanos (1954). El mayor éxito comercial de Donen, un colorista musical con el humor y la alegría impetuosa típicos de su director, con unas coreografías de Michael Kidd repletas de troncos, camisas a cuadros y hachas.


El estudio estaba contra la película. Me decían que si tenía a un grupo de maricas leñadores en la película la arruinaría. Fue una lucha infernal. Lo que no pude hacer fue rodar en las montañas. No sé porque sigo sufriendo años después. De todas formas reconozco que como película aún está bien ... si uno no ve esos detalles.


-5- Siempre hace buen tiempo (1955). La última colaboración Donen-Kelly, una especie de secuela de Un día en Nueva York con los mismos tres protagonistas que se encuentran después de la guerra, con 10 años más, y desengañados, después de perder sus ideales.


Conocí a Gene Kelly a los 16 años. El era la estrella de Pal Joey y yo entré en la compañia teatral como bailarín. Después colaboramos como coreógrafos., escribimos historias y las acabamos dirigiendo. No puede separarse lo que era de Kelly de lo que era mío. Sin Gene no sé cómo, o dónde, o qué habría sucedido en mi vida.


-6- Una cara con ángel (1957). El 2º trabajo de Donen con Astaire y 1º con Audrey es un delicioso y estilizado musical con Astaire haciendo de fotógrafo de moda. Música de George Gershwin y estética sofisticada.

Audrey era un sueño hecho realidad. No había habido nada como ella en el cine. era una criatura mágica. La ví por primera vez en Vacaciones en Roma (William Wyler, 1953) y me enamoré. Fred estaba muy nervioso por ser mayor que ella, por parecer un viejo verde. Tuve que convencerle de que no, era demasiado elegante.

-7- Página en blanco (1960). Con un grupo de actores de lujo (Cary Grant, Deborah Kerr, Robert Mitchum y Jean Simmons) Donen adapta una obra teatral de Hugh y Margareth Williams sobre un matrimonio más o menos feliz que se ve amenazado por admiradores de ambos. Comedia de corte teatral salvada por la elegante y sofisticada realización y el buen hacer de sus actrices y actores.

Cary Grant y yo éramos realmente íntimos amigos. Nos veíamos mucho, siempre estuvimos en contacto y nos encantaba trabajar juntos. La gente no suele hablar de su talento: era extraordinario. Y era un autodidacta.

-8- Charada (1963). Elegante mezcla de comedia sofisticada e intriga criminal a lo Hitchcock. Buena quimica entre Cary Grant y Audrey Hepburn en su primera y única unión en pantalla.

Audrey y Cary son la expresión de la comedia. Nacieron para estar juntos en el cine. Pero me indignó que muchos dijeran que copiábamos a Hitchcock. ¿Es que el género le pertenecía? Fue difícil dejar de hacer musicales. Sólo pude conseguirlo produciendo yo la película.

-9- Dos en la carretera (1967). La más elegante, afilada y nada complaciente visión de la pareja que el cine americano haya realizado nunca. De estructura acronológica a base de pequeñas secuencias sin sucesión temporal que nos muestra los diversos pasajes de la vida en común de unos excelentes Audrey Hepburn y Albert Finney, vista através se sus viajes por Europa.

Audrey, Albert y yo estábamos divorciándonos mientras rodábamos. Así que fue un trabajo que nos caló hasta el alma. Me asombra que me digan que es una película romántica, porque habla del matrimonio, que para mí es un negocio que siempre acaba en la ruina, un desastre.

-10- Lío en Río (1984). En su última película Donen vuelve a mostrar su pesimismo en torno a la pareja, esta vez en un tono más cómico, en una comedia loca de ambiente tropical que no salva ni la interpretación de Michael Caine.

Siento la misma fascinación por los tríos que el resto de la gente, aquí Michael Caine, su amante adolescente, y el padre de ésta, el mejor amigo de él. Tres son mejor que cuatro, el trío posee magia.

sábado, 21 de marzo de 2009

V.O.S.: Yes, We Can.



Leido en el blog: http://cachecine.blogspot.com/ :


Cinoscar & Rarities
un blog de Xavier Vidal de las Heras


V.O.S.: YES, WE CAN
Es muy interesante realizar paralelismos entre mis clases de lingüística o teoría de la literatura y el cine. Todo ello aparece como un cómputo inexacto de ideas que voy conectando aleatoriamente en mi cabeza mientras la profesora habla. En clase, me imagino saliendo de la puerta, recorriendo la rambla tarragonina y, una vez en mi piso, soliviantando mis inquietudes con bolígrafo y papel (si, a la vieja usanza). Hoy hace sol y falta una hora para la clase de rigor. La luz de la mañana resulta inspiradora. Mañana, pienso, veré La boda de Rachel…La mitad de los idiomas están en peligro de extinción. Aunque el cómputo total de lenguas existentes varia según estudios, queda claro que la colonización (ahora capitalismo) arrebata lenguas sin remordimiento; la cultura mayoritaria absorbe la minoritaria y se imponen las reglas de un mundo hipotético regido por pocas lenguas, cítese el inglés, chino o español. Lo mismo ocurre con el cine: el producto made in Hollywood arrasa sin dejar opción a demás títulos nacionales, europeos o asiáticos. La dictadura no parece tener fin; si la crisis monetaria está en boga desde hace unos meses, la crisis del cine español, francés o italiano viene perpetuándose desde el nacimiento de los mismos. Dichos productos solo tienen opción en caso de ganar el último festival de turno, copar un premio de renombre o producirse un extraño fenómeno: el boca a oreja de la audiencia. Pero ya se sabe: los milagros en el cine no existen.De aquí la importancia de la versión original como vehículo de cultura. El lenguaje forma parte del alma, define nuestra identidad e ideología, es un trozo simbólico de lo que somos. ¿Si la realidad es multilingüe, por qué el cine debe doblarse a una sola lengua?, ¿No es el cine un reflejo del día a día, no es a la vez una pequeña porción de lo que somos y pensamos?, ¿Robarle a un film su lengua original no es suprimir en parte la esencia de la historia, el trabajo de los actores?... El cine se nos presenta tan complejo como la vida. Es inconsciente, por no decir vergonzoso, comercializar una película como Babel en un único idioma cuando el mensaje, la naturaleza del relato descansa sobre una multiculturalidad incuestionable. Y como en el caso del film de Iñárritu, hay miles de ejemplos. En torno a la versión original, la colectividad se distribuye imitando los estamentos de la Edad Media. Las productoras asumen la existencia de un público mayoritario que no quiere pensar ni leer subtítulos, pero, para acallar revolucionarios (o simplemente sensatos), crean unas salas alternativas donde los más elitistas pueden ver diferentes propuestas en versión original. Eso sí, quien reparte se lleva la mejor parte y al ciudadano de pueblo o capital pequeña se le niega ver películas de suma importancia e interés. Todo en su conjunto es una hipocresía, una dictadura donde la nobleza y burguesía sigue dominando al pueblo llano. El caso más extremo es el de Italia. El país que se supone cuna de la cultura occidental no comercializa ningún film (subrayo, NINGÚN FILM) si éste no ha pasado previamente por una sala de doblaje. El italiano, ingenuo y tonto, cree no poder empatizar con iraníes, rusos o africanos porque la lengua, que nos debería unir, construye una barrera insalvable hecha de desidia e ignorancia. ¿Acaso el público italiano querría que en España se comercializase Gomorra en castellano? El esfuerzo, en última instancia, siempre tienen que hacerlo los demás. Quienes se escudan en el argumento que los subtítulos son costosos de realizar se equivocan de lleno. Subtitular una pieza del inglés o castellano se ha convertido en un acto de amor. Los fans de series como Perdidos crean los subtítulos de la nada con sus rudimentarios programas informáticos y su magna afición y paciencia. El público hispano goza de los nuevos capítulos horas después de su emisión en EEUU. Los subtítulos, desde este sentido, sirven de agente unificador y universal de cultura, se convierten en el recurso más fácil y eficaz para solventar los problemas de nuestro mundo basto y globalizado. Y que nadie peque de quisquilloso: el fan mima la serie y su traducción es muy fidedigna a la “realidad ficticia”. Los dobladores, por el contrario, asumen su tarea como un trabajo. Pese a no ser rentable, la versión original debe ser reivindicada. Un espectador criado con la VOS seria un ciudadano más culto, mejor preparado y con un mayor dominio del lenguaje. Solo es cuestión de acostumbrarse. Mientras tanto, el cinéfilo viaja, esquiva la parafernalia de una industria contradictoria. Amamos el cine, pero no a toda costa. Las clases ya han terminado, y con ellas, el texto. En Tarragona, un multicine de dieciséis salas proyecta Los limoneros en versión original. Me pregunto cuánta gente habrá visto el film en comparación a High School Musical 3 o Zohan. Sin duda, la ficción más triste está en la realidad.


jueves, 19 de marzo de 2009

Dirigido por ... HOWARD HAWKS.



Howard Hawks vivió 81 años en los que realizó 39 películas, dejó sin acabar por diferentes motivos otras 4, produjo y supervisó otros 2 largometrajes, estuvo relacionado en gran cantidad de proyectos que finalmente firmaron otros directores, y antes de su primera incursión en la dirección (El espejo del alma, 1926) había pasado por toda las fases de la realización de una película: atrezzista, ayudante de dirección,, supervisor de guiones, productor ejecutivo y guionista.


Cineasta directo y funcional, representa la quintaesencia del cine clásico hollywoodiense. No intenta hacerse notar tras la cámara, su estilo evita los planos espectaculares. En las comedias trata de concentrar su atención en los protagonistas, con escasos movimientos de cámara, y son los actores los que tienen que hacer la parte esencial del trabajo. Un trabajo que no sólo consiste en los diálogos, muy importantes para Hawks, sino también en sus movimientos, en la mímica y en los gestos. Más allá de géneros y épocas, la mirada de Howard Hawks es siempre la misma y de ello da buena cuenta la unidad que recorre gran parte de su obra.

Tocó todos los géneros y en cada uno de ellos firmó grandes películas, con la salvedad del musical en el que no pareció sentirse cómodo -Nace una canción (1948), innecesario remake de su brillante comedia Bola de fuego (1941), y Los caballeros las prefieren rubias (1953), que parece hecha pensando exclusivamente en la taquilla-. Así pues, tenemos:
  • películas de gangsters: Scarface, el terror del hampa.

  • comedias: La fiera de mi niña, Luna nueva, La novia era él, Me siento rejuvenecer, Su juego favorito.

  • cine negro: El sueño eterno.

  • western: Río Rojo, Río Lobo, Río Bravo, El Dorado.

  • acción y aventuras: Sólo los ángeles tienen alas, Hatari!.



Simplificando podemos hablar de dos tipos de películas de Hawks:
  • las de acción: westerns, de gangsters, de aviadores ..., formadas por grupos profesionales de hombres (las mujeres, generalmente personajes marginales, se integran en el grupo masculino). Películas donde los hombres están muy seguros de lo que hacen, no son sentimentales, más bien emocionalmente reprimidos.


  • las comedias: representan lo inverso de lo anterior. Un universo en el que los hombres están infantilizados y son sometidos a continuas humilaciones. Es el mundo de la regresión y la inversión de los roles sexuales, y son las mujeres las que toman las riendas, mujeres que son totalmente dominantes.



En la profesión era reconocido como un director de éxito dotado para todos los géneros, cuyas películas siempre daban beneficios y que tenía control sobre su obra. Pero no pasaba de ser valorado como un buen "artesano". Pero en los años 50 desde Francia algunos críticos desde la tribuna cinéfila de Cahiers du Cinema comenzaron a ver en Howard Hawks algo más que un artesano talentoso. Yendo más allá de su estilo visual, los críticos franceses identificaron una serie de temas recurrentes en su filmografía: la mujer decidida, el hombre estoico, el gusto por la profesionalidad ... que creaban un nexo entre sus películas. Jean-Luc Godard llegó incluso a calificarlo como el más grande de los artistas americanos. Eric Rohmer, por su parte sentenció: "Si uno no ama las películas de Howard Hawks, no ama el cine." Y fue así como el hombre nacido en Goshen (Indiana) fue elevado desde la vieja Europa al panteón de los grandes autores del cine. Hawks, un profesional lacónico como tantos de sus personajes contestó así: "Los franceses son muy amables conmigo.Me atribuyen muchas cosas que jamás había pensado. ¿Por qué lo hacía? Porque me gustaba, lo encontraba divertido. ¿Lo pensaba? No. Es peligroso pararse a pensar. Solo me hago una pregunta ¿Me gusta? ¿Sí o no?"

Este reconocimiento le llegaría en su propio país cuando la Academia le hizo entrega de un Oscar honorífico a toda su carrera en 1974 "a un gigante de cine americano cuyas películas, en su conjunto, representan una de las obras más consistentes, vivas y variadas del cine mundial". Sólo una vez había estado nominado a la dorada estatuilla y el premio fue a parar a John Ford (¡Qué verde era mi valle!)








Miscelánea hawksiana



  • En sus primeros años en Hollywood Hawks trabajó como ayudante de atrezzo para Douglas Fairbanks. Éste, que cortejaba a Mary Pickford, le dijo a ella un día: "Coge a Howard como encargado de atrezzo". Y así lo hizo. Como le gusto lo que estaba haciendo le nombró ayudante de realización. Un buen día en el estudio el director apareció completamente borracho. Mary Pickford le comentó a Hawks: "Tenemos un problema". Él respondió: "Rodemos las escenas". "¿Puedes hacerlo?", dijo ella. "Por supuesto", contestó. Rodó las escenas y gustaron. Así comenzó Howard Hawks.

  • Howard Hawks siempre quiso hacer una película con Ernest Hemingway. Un día de pesca juntos en Florida le dijo que era capaz de hacer una buena película de su peor libro. Hemingway le contestó: " Tener y no tener, es un puñado de tonterías. No se puede de hacer una película con el libro". Hawks consiguió los derechos y contrató a otro gran novelista, William Faulkner, para adaptarlo junto a Jules Furtham. Tener y no tener supuso el descubrimiento de una actriz, Lauren Bacall, perfecto ejemplo de mujer "hawksiana". La mujer de Hawks, a la que todo el mundo llamaba Slim, había visto su foto en el Harper's Bazar. Se la enseñó a su marido diciéndole que era una cara interesante. Lauren Bacall acudió a California a una prueba y la Warner quiso cambiar su imagen. Howard se negó: "Que conserve todos sus defectos. Es lo que queremos". (La actriz tenía en aquella época un aspecto muy parecido a Slim, la esposa de Hawks, de hecho a su personaje le llamaban Slim).
  • El argumento de El sueño eterno es una trama policial muy complicada y difícil de seguir. En el rodaje alguien pregunto a Hawks sobre quien había matado a Smith. El director nombró a un personaje. Le contestaron que era imposible porque estaba en la playa en ese momento. Llamaron a Raymond Chandler al plató para discutirlo con él. Ni siquiera el autor tenía la respuesta sobre el nombre del asesino. Pero eso a Hawks no le importaba.
  • Una obra maestra del western como Río Bravo nace, en buena medida, como contraposición a otra película, concretamente Sólo ante el peligro. Así lo explica el propio director en el libro " Hawks según Hawks" de Joseph McBride: "Hice Rio Bravo porque no me gustó un western titulado Sólo ante el peligro. (...) No creía que un buen sheriff fuera a ir corriendo por la ciudad como un polluelo asustado pidiendo ayuda, y que al final su esposa cuáquera tuviera que salvarle. Esa no es la idea que yo tengo de un buen sheriff del Oeste. Yo diría que un buen sheriff se daría la vuelta y diría: ¿Cuánto valéis? ¿Sóis lo bastante buenos como para apresar a su mejor hombre? Los tipos probablemente responderían que no y el afirmaría: Bueno, entonces tendré que cuidar de vosotros. Y esa secuencia salía en Río Bravo. Luego dije que había asistido a otro largometraje en el que el sheriff cogía un prisionero, y éste se burlaba de él y le tenía todo preocupado y sudoroso soltándole: Espera a que te pillen mis amigos. Eso es una tontería. El sheriff debería comentar algo como: Más te vale rezar para que tus amigos no te pillen porque serás el primero en morir. Y a todo esto me dijeron: ¿Por que no haces algo así? Muy bien, y creamos Río Bravo exactamente al revés que Sólo ante el peligro y que esa otra película, El tren de las 3.10".
  • Hawks estaba convencido de que un director tenía derecho a rehacer una historia que le gustaba si pensaba que podía contarla mejor. A él le gustaba mucho Río Bravo y pensaba que con esa base argumental podría hacer una película mejor. Y realizo El Dorado que podría ser considerada más que un remake a la usanza actual, una variación sobre un mismo tema. Hay secuencias que se repiten en ambos films y otras que no encajaron en el primero y fueron utilizadas en el segundo. John Wayne encarna a un personaje de similares características, aunque pasando de sheriff a pistolero a sueldo que sabe rectificar a tiempo y ponerse del lado de los "buenos". Robert Mitchum es el sheriff borracho por una decepción amorosa en El Dorado mientras que Dean Martin en Río Bravo es el ayudante del sheriff, aunque ambos personajes son bastante similares. Arthur Hunnicutt en el papel que hizo Walter Brennan aporta también el tono de humor. James Caan en lugar de Ricky Nelson, con la diferencia de que el primero utiliza el cuchillo, no lleva armas de fuego y recita a Edgar Allan Poe, mientras que el segundo es un experto con el revolver y canta baladas vaqueras. El único personaje que pierde en la comparación entre películas es el de la chica, Angie Dickinson está muy por encima en Río Bravo que Charlene Holt en El Dorado.



lunes, 16 de marzo de 2009

Un futuro de cine: Hayley Atwell.





Londinense, nacida en 1982, de madre inglesa y padre estadounidense, Hayley Atwell se graduó en 2005 en la London Guilhall School of Music and Drama. Al año siguiente tuvo un gran éxito con la miniserie de la BBC The Line of Beauty. También participó en los dramas televisivos de época The Ruby in the Smoke y Mansfield Park antes de su debut en el cine, y éste no pudo ser mejor, y es que no todo el mundo empieza con un Woody Allen. En Cassandra's Dream interpreta a la seductora Angela que enamora a Ewan McGregor junto a su automóvil averiado. Ella es una actriz de teatro recién llegada a Londres en busca de oportunidades, algo muy cercano a la propia actriz, con una gran experiencia teatral a sus espaldas.
En el 2007 rueda la comedia How About You junto a Vanessa Redgrave e Imelda Staunton y el pasado año estrena Retorno a Brideshead, versión cinematográfica de la famosa serie televisiva. Pendiente de estreno tiene La Duquesa al lado de Keira Knightley y Ralph Fiennes. Parece ser que esta actriz de teatro londinense se ha subido al carro del éxito y desde aquí le auguramos un futuro de buenas películas.



viernes, 13 de marzo de 2009

Hatari! (Howard Hawks, 1962)



Sean Mercer (John Wayne) dirige a un grupo de cazadores instalados en unas cabañas en Tanganika que capturan animales vivos para venderlos a los zoológicos. La rutina del trabajo se verá alterada por la presencia de Dallas (Elsa Martinelli), una bella fotógrafa que se une a la expedición.

Howard Hawks, gran aficionado a la caza, quería rodar una película en Africa, con animales, escenas de caza, aventura y romance, y urdió con Leigh Brackett, el guionista, Hatari!, una historia en la que las secuencias de caza se alternan con largos tiempos muertos en los que el grupo se dedica a pasarlo bien o a preparar las salidas del día siguiente.
Estamos en los años 60, y Hatari!, hija de esa época, es una película despreocupada y alegre, a lo que contribuye sobremanera la excelente música de Henry Mancini, con el famoso tema de los elefantes, que todos alguna vez habremos silbado. Una película 100% disfrutable que transmite la alegría de vivir y el gozo que supuso para sus responsables mientras la rodaban.
Howard Hawks vuelve a uno de sus temas predilectos, el sentido del deber profesional en el seno de un grupo, el valor de la amistad y la camaradería como forma de solucionar los problemas. La grave herida de el Indio al comienzo del film provoca en los cazadores "la maldición del rinoceronte". Al final la película muestra que no hay tal maldición, se trata de una cuestión de eficiencia, de un trabajo bien hecho o mal hecho.
Las escenas de cacería están muy bien filmadas, con un marcado tono documental y la participación en ellas de los propios actores, consiguiendo transmitirnos la sensación de acertado realismo, sin trucos. De otro lado, las escenas románticas, las relaciones entre Sean y Dallas, están tratadas con un enfoque ciertamente novedoso. Los momentos sentimentales suelen terminar con una nota cómica de alegre ferocidad y las secuencias más divertidas llevan consigo un poso melancólico, como la de los tres elefantitos que siguen a Dallas allá donde va.

Como decia José Luis Guarner "Hatari! no es un film de aventuras, sino una aventura hecha film: una temporada de caza en Tanganika. A partir de una intriga mínima, la película está construida sobre la emoción y la incertidumbre de una doble aventura, la de los actores, que han cazado realmente sin dobles, y la del realizador y su equipo, que han debido captar ese esfuerzo cotidiano. El ritmo del rodaje se superpone al de la cacería y el film recoge toda la pulsación, todos los tiempos muertos, los puntos de máxima actividad y de total indolencia de una temporada de caza.

Joseph McBride cuenta en su libro "Hawks según Hawks" una teoría de Truffaut según la cual Hatari! sería en realidad una película sobre el cine que utiliza la caza como metáfora. El grupo de cazadores se comporta como un equipo de rodaje: se reunen por la noche y preparan el plan del día posterior. Luego madrugan, suben a unos camiones y van a hacer su trabajo. Vuelven y a la noche se relajan.



martes, 10 de marzo de 2009

Casual Day (Max Lemcke, 2007)


Una corbata, símbolo del poder masculino, en forma de soga, la del capitalismo más feroz que estrangula a los más débiles en el engranaje de ese organismo llamado empresa.
Una corbata que es una soga. La hipocresía del sistema empresarial que aniquila al individuo en beneficio del colectivo, una mentira que enmascara que el fin último es el aumento de productividad de la compañía pasando por encima de cualquier otra consideración. La empresa que extiende sus tentáculos y penetra en el alma de sus empleados como hacen las sectas.
Retrato coral de ácido humor, agudas dosis de ironía y sana mala leche, con un guión sólido como una roca, que no pretende adoctrinar ni enviar mensajes, sino que considera al espectador lo bastante inteligente como para extraer sus propias conclusiones. Casual Day intenta huir de arquetipos y hablarnos de seres humanos, con sus contradicciones y anhelos a cuestas, adoptando en ciertos momentos un tono satírico que acaba revelando una mirada amarga ante una realidad no por conocida menos denunciable.
La película se puede relacionar con una línea de cine español -Smoking Room, El método- que muestra los ambiciosos y poco solidarios comportamientos, y la lucha por conseguir mejores puestos y condiciones en el mundo laboral -esa jerarquía en la empresa representada por la altura del piso en el que se trabaja-.
Ni uno sólo de los personajes es defendible ya que están faltos de toda ética: o son cobardes o sin escrúpulos, o ambicionan el poder o lo asumen mansamente, "o follas o te follan" como dice José Antonio (Juan Diego).
Este drama laboral de Max Lemcke se sustenta en unos inteligentes diálogos y un elenco actoral en el que destaca el gran Juan Diego, un más comedido que de costumbre Antonio Sanjuán, y la revelación de Estíbaliz Gabilondo, la reportera de "Caiga quien caiga".

domingo, 8 de marzo de 2009

Todas las Palma de Oro del Festival de Cannes.



1946 La bataille du rail (René Clement)

1947 Desierto.

1948 No se celebró.

1949 El tercer hombre (Carol Reed)

1950 No se celebró.

1951 Ex-aequo: Milagro en Milán (Vittorio de Sica) y Señorita Julia (Alf Sjöberg)


1952 Ex-aequo: Due soldi di speranza (Renato Castellani) y Otelo (Orson Welles)


1953 El salario del miedo (Henri-Georges Clouzot)

1954 La puerta del infierno (Teinosuke Kinugasa)

1955 Marty (Delbert Mann)

1956 El mundo del silencio (Jacques-Yves Cousteau y Louis Malle)

1957 La gran prueba (William Wyler)

1958 Cuando pasan las cigúeñas (Mikhail K. Kalatozov)

1959 Orfeo negro (Marcel Camus)

1960 La dolce vita (Federico Fellini)

1961 Ex-aequo: Una larga ausencia (Henri Colpi) y Viridiana (Luis Buñuel)

1962 O pagador de promesas (Anselmo Duarte)

1963 El gatopardo (Lucchino Visconti)

1964 Los paraguas de Cherburgo (Jacques Demy)

1965 El Knack ... y como conseguirlo (Richard Lester)

1966 Ex-aequo: Señoras y señores (Pietro Germi) y Un hombre y una mujer (Claude Lelouch)

1967 Blow Up (Michelangelo Antonioni)

1968 Se suspendió el Festival

1969 If ... (Lindsay Anderson)

1970 Mash (Robert Altman)

1971 El mensajero (Joseph Losey)

1972 Ex-aequo: El caso Mattei (Francesco Rosi) y La clase obrera va al paraiso (Elio Petri)

1973 Ex-aequo: El equívoco (Alan Bridges) y El espantapájaros (Jerry Schatzberg)

1974 La conversación (Francis F. Coppola)

1975 Chronique des anées de braise (Mohamed Lakhdar Hamina)

1976 Taxi Driver (Martin Scorsese)

1977 Padre padrone (Paolo y Vittorio Taviani)

1978 El árbol de los zuecos (Ermanno Olmi)

1979 Ex-aequo: Apocalypse Now (Francis F. Coppola) y El tambor de hojalata (Volker Schlondorf)

1980 Ex-aequo: Kagemusha (Akira Kurosawa) y Comienza el espectáculo (Bob Fosse)

1981 El hombre de hierro (Andrzej Wajda)

1982 Ex-aequo: Desaparecido (Costa Gavras) y Yol (Yilmaz Güney)

1983 La balada de Narayama (Shohei Inamura)

1984 París, Texas (Wim Wenders)

1985 Papá está en viaje de negocios (Emir Kusturica)

1986 La misión (Roland Joffe)

1987 Sous le soleil de Satán (Maurice Pialat)

1988 Pelle el conquistador (Bille August)

1989 Sexo, mentiras y cintas de video (Steve Soderbergh)

1990 Corazón salvaje (David Lynch)

1991 Barton Fink (Ethan y Joel Cohen)

1992 Las mejores intenciones (Bille August)

1993 Adiós a mi concubina (Chen Kaige)

1994 Pulp Fiction (Quentin Tarantino)

1995 Underground (Emir Kusturica)

1996 Secretos y mentiras (Mike Leigh)

1997 La anguila (Shohei Inamura)

1998 La eternidad y un día (Theo Angelopoulos)

1999 Rosetta (Jean-Pierre y Luc Dardenne)

2000 Bailar en la oscuridad (Lars von Trier)

2001 La habitación del hijo (Nanni Moretti)

2002 El pianista (Roman Polanski)

2003 Elephant (Gus Van Sant)

2004 Fahrenheit 9/11 (Michael Moore)

2005 El niño (Jean-Pierre y Luc Dardenne)

2006 El viento que agita la cebada (Ken Loach)

2007 4 meses, 3 semanas, 2 días (Cristian Mungiu)

2008 La clase (Laurent Cantet)



sábado, 7 de marzo de 2009

1984 (Michael Radford, 1984)




Año 1984. El estado de Oceanía Este esta regido por un feroz gobierno totalitario y en lo más alto de la jerarquía se encuentra su líder, "El Gran Hermano". Sus habitantes, miembros todos del Partido Exterior viven bajo rígidas imposiciones y una constante vigilancia a través de omnipresentes pantallas que informan incesantemente sobre las guerras con Eurasia y Estasia, de las normas a cumplir por los ciudadanos o del "sincero" arrepentimiento de algún disidente.
Winston Smith, o mejor dicho 6079 Smith W., trabaja en la Sección de Archivos del Ministerio de la Verdad rectificando determinados datos históricos por otros nuevos que le son enviados desde el poder. Si algo le distingue de sus conciudadanos es su diario en el que escribe sus pensamientos que guarda con mucho cuidado en su sombría casa fuera del control de la gran pantalla. Pero pronto unos encuentros van a cambiar el sentido de su vida. Conoce a Julia con la que comparte la aventura del amor prohibido. Por otro lado traba amistad con O'Brien creyéndole miembro de la disidencia cuando en realidad es un infiltrado dirigente del Partido Interior que gobierna el estado. Julia y Winston tienen un lugar secreto para sus encuentros amorosos, pero son descubiertos revelándose así la verdadera personalidad de O'Brien. Éste será el encargado de torturar a Winston para que renuncie a su indisciplina ideológica y siga los designios del Gran Hermano. A cambio se le ofrece entrar en la habitación 101, el preámbulo de la libertad. Pero ésta no es más que la puerta a la más terrible de las torturas. Finalmente Winston se convierte en un "arrepentido", pero tal vez su inmenso amor logre algún día vencer la pesadilla de su destino ...

A partir de la inquietante premisa ideológica que plantea la novela de George Orwell, Michael Radford se apropia de la ansiedad, el sombrío pesimismo y la sátira política presentes en el relato orwelliano. Se trata pues de una película fiel a su modelo literario que capta de forma bastante precisa la atmósfera existencial que plantea Orwell, cuya puesta en escena huye de la grandilocuencia y la espectacularidad.
Todo el film tiene el aroma de una malsana pesadilla: las calles sombrías y desoladas, los alienantes centros de trabajo, las inhóspitas viviendas en las que no falta la pantalla controladora. "La guerra es la paz, la libertad es la esclavitud, la ignorancia es la fuerza" repite constantemente la consigna del Estado a través de los monitores. En este mundo desesperanzado empeñado en aniquilar al ser humano, Winston y Julia desafían al destino con su amor prohibido. En este punto, 1984 película, se convierte en un relato intimista, en el sueño imposible de dos enamorados y el enfrentamiento final con O'Brien y las terribles torturas físicas y mentales a que será sometido Winston para borrar de su mente cualquier tipo de disidencia.
Michael Radford sabe de la fuerza dramática de la historia y por ello aplica una narrativa sobria y ajustada logrando transmitir con rigor toda la carga de hermetismo y angustia del relato.
Destacar el diseño de producción de Allan Cameron y la fotografía de Roger Deakins que recrean ese mundo futuro desolado, sucio y devastado de los suburbios de Oceanía. Asimismo, no podemos olvidar las extraordinarias interpretaciones de John Hurt y Richard Burton -en su último papel, pues murió al poco de terminar el rodaje- con la perfecta asimilación de sus respectivos personajes, protagonistas antagónicos de esta película trágicamente hermosa.

jueves, 5 de marzo de 2009

Como Marlon Brando en París.

Como Marlon Brando en París
cuando aquel tango, último,
me desgajo en un punto, perdido,
y lloro en tus pechos oscuros
y rebano silencios que envuelvo
en brillantes papeles de regalo.

Como Marlon Brando en un tango,
aquel, último en París, yo soy
lo que no debiera ser y soy,
aquí abajo y sin dejar entrar
vientos, alas, ojos, tuyos,
los días azulados de este invierno.

Como Marlon Brando, el último
que bailó en París aquel tango,
yo no quería nombres ni palabras,
y buscaba ciego un cuerpo a amar.
Me quedé así, inane y fugitivo,
y quise que vinieras, no muy tarde,
cuando dejó de sonar aquel
último tango, en París, y yo
no era Marlon Brando, y tú,
no estabas, en París,
tu París,
último,
tango.

ELOY

martes, 3 de marzo de 2009

La musica del azar: Rickie Lee Jones, "Last Chance Texaco".

California, 1979. Rickie Lee Jones recorre garitos con su guitarra a cuestas y su personal rhythm & blues de escenas nocturnas en bares y moteles. Ciudades y carreteras. La cantautora beatnik comienza fulgurante su carrera con este disco sin título. Como para Kerouac, la carretera significa libertad, pero cuando falta la gasolina, la última oprtunidad es Texaco.

Rickie podría haber sido una cantante de jazz, pero ella es libre y no quiere ataduras. Su música guarda el sentimiento del jazz, no sus estereotipos. Ella teje canciones sobre rupturas, fracturas, tiempos que se rompen, cambios de tonalidad, de la calma al grito, moldeando esa voz de eterna niña.

domingo, 1 de marzo de 2009