.
Rashomon (1950). La película nº 12 en la filmografía de Akira Kurosawa supone el primer éxito a nivel internacional del cine japonés en un momento en que el país comenzaba a resurgir tras la ruina que trajo el final de la 2ª Guerra Mundial. El film trata sobre el difícil estatuto de la verdad. Cuatro personajes relatan un mismo hecho violento desde su propio punto de vista. Todos parecen decir la verdad pero todos pueden mentir. Muy innovadora en su época, con esos fhash back falsos y una voz en off poco fiable. Una de las obras más influyentes de la Historia del Cine, fue la quinta colaboración de Kurosawa con el gran Toshiro Mifune, su actor predilecto.
...
Vivir (1952). El funcionario Watanabe, enfermo y consciente de que que su fin se acerca, se da cuenta que ha vivido encerrado en sí mismo y no ha hecho nada por los demás, por tanto nada quedará de él cuando muera. Angustiado y solo, busca dar un sentido final a su vida. Película fúnebre, profunda reflexión sobre la vida y la muerte que quiere expresar, no tanto el vacío ante su cercanía como el temor a no haber vivido lo suficiente. Memorable la escena final, con el agonizante Takashi Shimura entonando una canción que recuerda a su esposa, mientras se balancea en un columpio del parque.
...
Los siete samurais (1954). La narración cinematográfica en estado puro. La expresión más depurada del sentido épico y ético del director japonés. La historia de los 7 samurais, reunidos por los habitantes de un pueblo para defenderse de los bandidos, influirá en el cine norteamericano a partir de los 60, ahí está su traslación al universo del western realizada por John Sturges con Los siete magníficos. Con este film, Kurosawa comienza a utilizar el método de rodaje con varias cámaras a la vez, sobre todo en las escenas de lucha.
...
.
Dersu Uzala (1975). Su primer rodaje fuera de Japón, en una lengua extraña y con actores no japoneses es una coproducción con la Unión Soviética inspirada en la vida del explorador militar y etnógrafo ruso Vladimir Arseniev. Es el relato de su amistad con Dersu Uzala, un cazador de la taiga que la hace de guía. Rodada en largos planos generales, escasos diálogos, con austeridad y limpieza formal, se construye a través de un flash back con la voz del narrador (Arseniev) que ante la tumba del muerto, evoca su amistad. La película opone dos personajes contrapuestos, uno que representa la razón y el orden, y otro, la intuición y la unión con la Naturaleza, y Kurosawa lo narra en términos armónicos y naturalistas.
...
...
Ran (1985). Adaptación libre de El Rey Lear de Shakespeare a la Historia de Japón. Rodada con grandes medios gracias a la aportacion del productor francés Serge Silberman, y con una enorme libertad formal y gran atención por los elementos plásticos del relato. En las secuencias bélicas, la sangre inunda literalmente a los personajes, creando un brutal contraste con los colores de su armadura. Reflexión en torno al poder y su perpetuación llena de lucidez y sabiduría.
3 comentarios:
sigo reapuntando...gracias.
;)
Alguien me recomendó tu blog, así que acudo aquí para confirmar en personas las expectativas creadas.
un saludo.
Vale. He visto las cinco y me gustan todas. Igual la que menos Ran, pero hace mucho que la vi.
La última escena de Vivir no es la del columpio...esa es poética y si no recuerdo mal es casi más patética.
Los compañeros del curro comprenden por qué Watanabe hizo tanto para construir el parque y deciden seguir su ejemplo. Al poco, las cosas siguen igual.
Un saludito.
Publicar un comentario