“Un tipo de producción me habló de él. Le dije que lo trajera, pero que le diera algunas frases para ver qué tal las decía. Así que cuando apareció le pregunté si le habían dado las frases. Él respondió: “¿Quiere que se las lea?”, “Sí, claro”, dije yo. Y dijo: “¿Con o sin?” Yo dije “¿Con o sin qué?” Dijo “Dientes”. Y yo afirmé que quedaba contratado. No tuvo que leer las frases”
(Howard Hawks)
Dicen de Walter Brennan que dividía su carrera en dos bloques: aquellas películas en las que actuaba con la dentadura postiza, y el resto, en las que no tenía dientes.
Había nacido en Swampscott (Massachussets) el 25 de jullio de 1894. Ya de niño, mostró interés por la actuación, apareciendo en obras escolares. Al acabar sus estudios, participa en espectáculos de vodevil mientras se gana la vida en trabajos de lo más diverso. Antes de ser llamado a filas para combatir en la 1ª Guerra Mundial, ya ha recorrido gran parte del país con pequeñas compañías musicales. Al acabar la guerra se instala en Guatemala donde cultiva piñas para exportarlas a Estados Unidos. Pronto regresa a su país para establecerse en Los Angeles. Allí se dedica al negocio inmibiliario con singular fortuna, pero una repentina crisis del sector le arruina, y es ahí cuando Walter recurre a su antigua vocación, aceptando trabajos de doble y extra para poder subsistir. Era 1923, y dos años después conseguía su primer papel cinematográfico.
En 1932 pierde los dientes en un accidente. este hecho, además de sus prematuras arrugas y pelo cano, le daban un aspecto mucho más mayor del que correspondía a su edad. a lo largo de 4 décadas de prolífica trayectoria, paseó su figura encogida y su rostro común por todos los géneros del cine norteamericano, encarnando muchas veces a personajes entrañables, sin blanca, leales al protagonista masculino. La Academia de Hollywood le premió en 3 ocasiones como mejor actor secundario en el corto lapso de cuatro años: por Rivales (William Wyler, 1936), Kentucky (David Butler, 1938) y El forastero (William Wyler, 1940). Además fue nominado por El sargento York (Howard Hawks, 1945).
La ciudad sin ley fue la primera de las 6 películas que haría a las órdenes de Hawks. Un año después rueda Tres desalmados (Richard Boleslawsky), uno de sus primeros papeles importantes, un relato del Oeste de raíz bíblica. Tras trabajar en varios westwerns, entre ellos Paso al Noroeste (1940) de King Vidor, le llega la consagración con El forastero (William Wyler, 1940), en la que daba vida con un estilo reposado y solemne, al peculiar juez Roy Bean, al lado de Gary Cooper, con el que había entablado amistad en 1925, cuando ambos se ganaban la vida como extras. Con cooper repetirá en 1941 en Juan Nadie de Frank Capra, en el papel del compañero vagabundo de aquel. Otros títulos importantes en los que participó en esta época son Aguas pantanosas (Jean Renoir, 1941) y Los verdugos también mueren (Fritz Lang, 1943). Inolvidable es su interpretación en Tener y no tener (Howard Hawks, 1944) como el amigo alcohólico de Bogart.
En los westerns, Walter Brennan ofrecerá su cara más recordada, la del alegre y gruñón vaquero, desastrado, sin familia, mascando tabaco y dándole a la botella, siempre al lado del héroe, algo huraño y excéntrico, pero siempre encantador. Imposible olvidar su Stumpy, el viejo cascarrabias de Río Bravo (Howard Hawks, 1959) siempre discutiendo con John Wayne y Dean Martin. Antes, también para Hawks, había realizado otra excelente interpretación en Río Rojo, otra vez al lado de John Wayne. Un papel similar al que haría en 1955 en Tierras lejanas de Anthony Mann, como fiel escudero de James Stewart. Otra memorable actuación suya en un western es la de Camino a la horca (Raoul Walsh, 1951) en la que es un viejo acusado de homicidio que cruza un desierto con su hija y el sheriff que le protege de una horda de linchadores. Fuera ya de esta línea pero también en territorio western, está Pasión de los fuertes (1946), la obra maestra de John Ford. Walter Brennan era aquí el patriarca de los Clanton, un villano que resulta conmovedor en la escena en que contempla el cadáver de su hijo.
En los años 60 trabaja en varias series de TV como The Real McCoys, con la que obtuvo un enorme éxito y en el cine en algunas producciones Disney como El abuelo está loco.
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Había nacido en Swampscott (Massachussets) el 25 de jullio de 1894. Ya de niño, mostró interés por la actuación, apareciendo en obras escolares. Al acabar sus estudios, participa en espectáculos de vodevil mientras se gana la vida en trabajos de lo más diverso. Antes de ser llamado a filas para combatir en la 1ª Guerra Mundial, ya ha recorrido gran parte del país con pequeñas compañías musicales. Al acabar la guerra se instala en Guatemala donde cultiva piñas para exportarlas a Estados Unidos. Pronto regresa a su país para establecerse en Los Angeles. Allí se dedica al negocio inmibiliario con singular fortuna, pero una repentina crisis del sector le arruina, y es ahí cuando Walter recurre a su antigua vocación, aceptando trabajos de doble y extra para poder subsistir. Era 1923, y dos años después conseguía su primer papel cinematográfico.
En 1932 pierde los dientes en un accidente. este hecho, además de sus prematuras arrugas y pelo cano, le daban un aspecto mucho más mayor del que correspondía a su edad. a lo largo de 4 décadas de prolífica trayectoria, paseó su figura encogida y su rostro común por todos los géneros del cine norteamericano, encarnando muchas veces a personajes entrañables, sin blanca, leales al protagonista masculino. La Academia de Hollywood le premió en 3 ocasiones como mejor actor secundario en el corto lapso de cuatro años: por Rivales (William Wyler, 1936), Kentucky (David Butler, 1938) y El forastero (William Wyler, 1940). Además fue nominado por El sargento York (Howard Hawks, 1945).
La ciudad sin ley fue la primera de las 6 películas que haría a las órdenes de Hawks. Un año después rueda Tres desalmados (Richard Boleslawsky), uno de sus primeros papeles importantes, un relato del Oeste de raíz bíblica. Tras trabajar en varios westwerns, entre ellos Paso al Noroeste (1940) de King Vidor, le llega la consagración con El forastero (William Wyler, 1940), en la que daba vida con un estilo reposado y solemne, al peculiar juez Roy Bean, al lado de Gary Cooper, con el que había entablado amistad en 1925, cuando ambos se ganaban la vida como extras. Con cooper repetirá en 1941 en Juan Nadie de Frank Capra, en el papel del compañero vagabundo de aquel. Otros títulos importantes en los que participó en esta época son Aguas pantanosas (Jean Renoir, 1941) y Los verdugos también mueren (Fritz Lang, 1943). Inolvidable es su interpretación en Tener y no tener (Howard Hawks, 1944) como el amigo alcohólico de Bogart.
En los westerns, Walter Brennan ofrecerá su cara más recordada, la del alegre y gruñón vaquero, desastrado, sin familia, mascando tabaco y dándole a la botella, siempre al lado del héroe, algo huraño y excéntrico, pero siempre encantador. Imposible olvidar su Stumpy, el viejo cascarrabias de Río Bravo (Howard Hawks, 1959) siempre discutiendo con John Wayne y Dean Martin. Antes, también para Hawks, había realizado otra excelente interpretación en Río Rojo, otra vez al lado de John Wayne. Un papel similar al que haría en 1955 en Tierras lejanas de Anthony Mann, como fiel escudero de James Stewart. Otra memorable actuación suya en un western es la de Camino a la horca (Raoul Walsh, 1951) en la que es un viejo acusado de homicidio que cruza un desierto con su hija y el sheriff que le protege de una horda de linchadores. Fuera ya de esta línea pero también en territorio western, está Pasión de los fuertes (1946), la obra maestra de John Ford. Walter Brennan era aquí el patriarca de los Clanton, un villano que resulta conmovedor en la escena en que contempla el cadáver de su hijo.
En los años 60 trabaja en varias series de TV como The Real McCoys, con la que obtuvo un enorme éxito y en el cine en algunas producciones Disney como El abuelo está loco.
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2 comentarios:
Walter Brennan era la hostia!!! lo hubiera preferido de títular.L
Hace poco volví a ver Pasión de los fuertes. Estaba impresionante (¿y ese es Stumpy o "el coronel"? me decía al salir del cine). Tengo que ver Operación Pacífico... me la iban a pasar hace un montón...Se lo recordé hace nada a la chica, y por eso no he leído la entrada.
Un saludo
Buenísima entrada Eloy, una maravilla que le dediques a un secundario tan entrañable como Brennan un post tan extenso y sabroso.
Como me gusta en "Rio Bravo", "Tener y no tener" y en "Tierras lejanas". Todo y lujo para el Duque, Bogey y Jimmy tener ahí al viejo Walter para darles las réplicas.
Gracias por este inesperado placer en forma de entrada.
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