viernes, 13 de marzo de 2009

Hatari! (Howard Hawks, 1962)



Sean Mercer (John Wayne) dirige a un grupo de cazadores instalados en unas cabañas en Tanganika que capturan animales vivos para venderlos a los zoológicos. La rutina del trabajo se verá alterada por la presencia de Dallas (Elsa Martinelli), una bella fotógrafa que se une a la expedición.

Howard Hawks, gran aficionado a la caza, quería rodar una película en Africa, con animales, escenas de caza, aventura y romance, y urdió con Leigh Brackett, el guionista, Hatari!, una historia en la que las secuencias de caza se alternan con largos tiempos muertos en los que el grupo se dedica a pasarlo bien o a preparar las salidas del día siguiente.
Estamos en los años 60, y Hatari!, hija de esa época, es una película despreocupada y alegre, a lo que contribuye sobremanera la excelente música de Henry Mancini, con el famoso tema de los elefantes, que todos alguna vez habremos silbado. Una película 100% disfrutable que transmite la alegría de vivir y el gozo que supuso para sus responsables mientras la rodaban.
Howard Hawks vuelve a uno de sus temas predilectos, el sentido del deber profesional en el seno de un grupo, el valor de la amistad y la camaradería como forma de solucionar los problemas. La grave herida de el Indio al comienzo del film provoca en los cazadores "la maldición del rinoceronte". Al final la película muestra que no hay tal maldición, se trata de una cuestión de eficiencia, de un trabajo bien hecho o mal hecho.
Las escenas de cacería están muy bien filmadas, con un marcado tono documental y la participación en ellas de los propios actores, consiguiendo transmitirnos la sensación de acertado realismo, sin trucos. De otro lado, las escenas románticas, las relaciones entre Sean y Dallas, están tratadas con un enfoque ciertamente novedoso. Los momentos sentimentales suelen terminar con una nota cómica de alegre ferocidad y las secuencias más divertidas llevan consigo un poso melancólico, como la de los tres elefantitos que siguen a Dallas allá donde va.

Como decia José Luis Guarner "Hatari! no es un film de aventuras, sino una aventura hecha film: una temporada de caza en Tanganika. A partir de una intriga mínima, la película está construida sobre la emoción y la incertidumbre de una doble aventura, la de los actores, que han cazado realmente sin dobles, y la del realizador y su equipo, que han debido captar ese esfuerzo cotidiano. El ritmo del rodaje se superpone al de la cacería y el film recoge toda la pulsación, todos los tiempos muertos, los puntos de máxima actividad y de total indolencia de una temporada de caza.

Joseph McBride cuenta en su libro "Hawks según Hawks" una teoría de Truffaut según la cual Hatari! sería en realidad una película sobre el cine que utiliza la caza como metáfora. El grupo de cazadores se comporta como un equipo de rodaje: se reunen por la noche y preparan el plan del día posterior. Luego madrugan, suben a unos camiones y van a hacer su trabajo. Vuelven y a la noche se relajan.



1 comentario:

Carlos Castedo dijo...

Pura diversión, Hatari! es una de mis películas favoritas de Hawks y está en mi lista de imprescindibles de la historia del cine.
No sabía el comentario de Truffaut, todo un visionario como crítico.
Saludos.