martes, 8 de diciembre de 2009

Still Walking (Hirozaku Kore-eda, 2008)



El autor de Nadie sabe vuelve a trenzar una trama mínima para hablar, sin levantar la voz, de las contradicciones y miserias de la institución familiar. Afirma el director japonés que la película nace de una necesidad muy personal, -" En los últimos seis años perdí a mis dos padres. Sentía que les debía algo."- de un ajuste de cuentas con sus padres, con la generación de sus padres y consigo mismo como representante de una generación atrapada entre la tradición y la modernidad. Lo que Still Walking cuenta es una reunión familiar en la casa de los padres en un día de verano. Los padres, ya rebasados los 70, reciben a la hija con su marido y sus niños, y al hijo con su esposa viuda y con un hijo, en una jornada que pasarán juntos en la que llaman "la casa de la abuela",para disgusto del abuelo, y que será reveladora de conflictivas emociones ocultas. La algarabía de los nietos será solo un paréntesis en el silencio que envuelve la casa. El hijo ausente, muerto hace años cuando intentaba salvar a un niño en la playa, será un personaje más, siempre presente en las conversaciones, en los silencios, en los reproches. La madre, infatigable, queriendo siempre estar pendiente de todo. El padre, huidizo, incapaz de comunicarse y mostrar afecto. La hija, cargando con todo el peso de su género. El hijo, menospreciado, al no haber cumplido las espectativas puestas en él por su padre. Cada gesto, cada silencio, cada diálogo, por banales que parezcan, aportan información sobre la ingratitud, la indiferencia, el egoismo, los sentimientos que se enquistan con el tiempo.
Kore-eda no busca provocar reacción alguna en el espectador, tan sólo deja fluir la narración con la lenta cadencia del verano. Las miradas, las conversaciones, los gestos, aunque puedan parecer intranscendentes, dejan en la película, al final, un poso de tristeza.
Still Walking es también un retrato del Japón actual, de cómo funcionan las relaciones entre padres e hijos, del choque que se produce entre la tradición y la modernidad en el seno de la familia.

4 comentarios:

Marta M.Q. dijo...

Muy buena película.

BLAS dijo...

Tengo que ver esa peli.
Saludos y gracias por mostrarla.

´´Saray´´ dijo...

Me ha picado la curiosidad (muy buen texto) y siendo tan amante del cine asiático debo verla pero ¿dónde? ésa es siempre la parte difícil en España, sobre todo cuando se vive en una ciudad pequeña.
Un saludo.

leolo dijo...

Cierto Saray, si no vives en Madrid, Barcelona, Valencia ... es difícil acceder a muchas películas. Siempre esta Internet ...
Puedes probar en la Biblioteca de tu ciudad

Saludos, hasta otra, Saray