miércoles, 17 de febrero de 2010

Mitomanía en blanco y negro.


















-- El conjunto de turbante, top y pantalón corto blanco, absolutamente kitsch, que luce Lana Turner en El cartero siempre llama dos veces. Cora devoradora, imagen fetiche del cine negro.

-- Las medias de Viridiana deslizándose suavemente hasta descubrir los pies. Silvia Pinal sentada en el camastro bajo la atenta mirada de Fernando Rey. Fetichismo buñueliano de buena ley.

-- La boina de Peggy Cummins en El demonio de las armas. Mucho antes de Bonnie & Clyde Joseph H. Lewis creó desde la gloriosa serie B este sombrío noir de amores, atracos y armas.

















-- El jersey blanco de manga corta de Jean Seberg en A bout de souffle, con el rótulo de The New York Herald Tribune de la vendedora de prensa más chic de los Campos Elíseos. Y el cine se volvió moderno. Y las nuevas olas rompieron en viejos mares. Y me enamoré de Patricia.



-- Las medias rotas y los pantaloncitos de Silvana Mangano cosechando arroz en el Valle de Po. Exuberancia italiana. ¿Drama social? ¿Melodrama?
¡Qué piernas!




















-- Los guantes negros de Rita Hayworth en Gilda antes de recibir la bofetada del torvo Glenn Ford. Fuego en el cuerpo. Puro erotismo. Put the Blame on Mame cantaba la Rita ... Ya no se hacen películas como ésta.












-- La camiseta sudada de Marlon Brando en Un tranvía llamado deseo. Sube la temperatura en el Actor's Studio.





-- La gabardina de Robert Mitchum anudada a la cintura en Retorno al pasado. Uniforme oficial del antihéroe de cine negro. Vampiresas, el pasado que no cesa de llamar, la fatalidad, la negrura del destino ... Siempre te quedará Acapulco, Bob.


1 comentario:

Kasker dijo...
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