Para mí, Yul Brynner era aquel exótico pistolero calvo, vestido de negro y de pocas palabras, uno de Los siete magníficos, que tanto me impresionó cuando ví la película de niño en una Sesión de tarde de TVE. Entonces no sabía que aquel film se basaba en Los siete samurais de Akira Kurosawa. Pero daba igual, tampoco sabía quien era Kurosawa. Ni que aquella música que quedó para siempre en mi memoria, era obra de Elmer Bernstein y que sería imitada posteriormente en infinidad de westerns. Ni siquiera podía imaginar que Yul no era calvo realmente, sino que se rapaba la cabeza. Ni que su verdadero nombre era Yuli Borisovich y que había nacido en Vladivostok, en la lejana Siberia. Tampoco sabía de su afición por la fotografía. De eso me enteré hace poco. Supe que Yul Brynner se paseaba por los platós con su cámara siempre preparada para captar los momentos cotidianos en el set de rodaje, aprovechándose de su condición de actor. Era un apasionado de la fotografía y tenía buen ojo para los encuadres. Aquí os dejo una muestra:
domingo, 10 de octubre de 2010
Miradas: Yul Brynner, fotógrafo.
Para mí, Yul Brynner era aquel exótico pistolero calvo, vestido de negro y de pocas palabras, uno de Los siete magníficos, que tanto me impresionó cuando ví la película de niño en una Sesión de tarde de TVE. Entonces no sabía que aquel film se basaba en Los siete samurais de Akira Kurosawa. Pero daba igual, tampoco sabía quien era Kurosawa. Ni que aquella música que quedó para siempre en mi memoria, era obra de Elmer Bernstein y que sería imitada posteriormente en infinidad de westerns. Ni siquiera podía imaginar que Yul no era calvo realmente, sino que se rapaba la cabeza. Ni que su verdadero nombre era Yuli Borisovich y que había nacido en Vladivostok, en la lejana Siberia. Tampoco sabía de su afición por la fotografía. De eso me enteré hace poco. Supe que Yul Brynner se paseaba por los platós con su cámara siempre preparada para captar los momentos cotidianos en el set de rodaje, aprovechándose de su condición de actor. Era un apasionado de la fotografía y tenía buen ojo para los encuadres. Aquí os dejo una muestra:
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3 comentarios:
Me encanta la primera.
Un saludo.
Me ha encantado esta entrada, Eloy. Sobre todo el texto y la fotografía de Yul, cámara en mano.
Un beso que hace fotos en blanco y negro
Como siempre... las fotos espectaculares, y las de Ingrid más!!!
un petó
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