Se nos fue Benedetti, en su casa y sin molestar a nadie, y es como si se nos muriera un amigo, de esos que viven lejos pero nos guardan un abrazo oportuno.
Nos sirven sus versos, nos sirve su manera de vivir la vida a raudales, nos servirán siempre, sus tácticas y sus estrategias.
Chau poeta, chau amigo.
ME SIRVE Y NO ME SIRVE
Me sirve y no me sirve
La esperanza tan dulce,
tan pulida, tan triste,
la promesa tan leve,
no me sirve.
No me sirve tan mansa
la esperanza
La rabia tan sumisa,
tan débil, tan humilde,
el furor tan prudente
no me sirve.
No me sirve tan sabia
tanta rabia.
El grito tan exacto
si el tiempo lo permite,
alarido tan pulcro
no me sirve.
No me sirve tan bueno
Tanto trueno
El coraje tan dócil
la bravura tan chirle,
la intrepidez tan lenta
no me sirve.
No me sirve tan fría
la osadía.
Si me sirve la vida
que es vida hasta morirse,
y el corazón alerta sí me sirve.
Me sirve cuando avanza
la confianza.
Me sirve tu mirada
que es generosa y firme,
y tu silencio franco
sí me sirve.
Me sirve la medida
de tu vida.
Me sirve tu futuro
que es un presente libre,
y tu lucha de siempre
sí me sirve.
Me sirve tu batalla
sin medalla.
Me sirve la modestia
de tu orgullo posible,
y tu mano segura
sí me sirve.
Me sirve tu sendero,
compañero.
MARIO BENEDETTI
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