domingo, 15 de noviembre de 2009

Let's Get Lost (Bruce Weber, 1988)



En algún momento de la película alguien dice: Todo el mundo tiene una historia sobre Chet Baker. El propio músico inventó historias sobre determinados sucesos de su vida, como si quisiera contribuir a su propia leyenda. Bruce Weber, autor del documental, quiso hacer su historia sobre el trompetista, retratado en Let's Get Lost, muestra de la fascinación que el personaje Chet Baker ejerció sobre el fotógrafo y director Bruce Weber.





Pero, ¿cómo era Chet Baker? ¿Qué extraña fascinación ejercía sobre todas las personas que se acercaban a su figura? Chet era un seductor nato, pero también un embaucador, un manipulador que atraía a las mujeres mostrando con descaro su lado más frágil. Y ¡claro!, estaba su mágica trompeta y su susurrante e hipnótica voz. Tocaba en una delicada sordina y, más que cantar, musitaba con su sedosa voz, bajo la que dormitaba una poco inocente pulsión sexual. Las mujeres le adoraban y a él le gustaba sentirse adorado. Las mujeres, los buenos coches ... y las drogas fueron los tres vértices de su insaciable impulso hedonista. Con las drogas fue un amante adictivo hasta el punto de tocar sólo para pagarlas. En el film habla de ellas con una hiriente naturalidad: su mejor viaje -dice a la cámara- era el de speedball combinado con heroína y cocaína, con unas dosis muy precisas.
El documental, filmado en un precioso blanco y negro poco contrastado, alterna escenas filmadas por Bruce Weber con Chet Baker, con imágenes documentales, fotografías del músico realizadas por William Claxton, testimonios de familiares, músicos, mujeres, colegas, en un caleidoscópico diálogo entre el pasado y el presente del trompetista. Desde la belleza hasta la ruina, un paseo melancólico por el lado oscuro del artista. Cuando Chet aparece en pantalla en los momentos íntimos de la grabación del disco que sería su obra póstuma, Bruce Weber filma al músico con una devoción absoluta. Vemos a un artista genial enfrentándose a sus fantasmas y creando belleza, desplegando todo su talento a través de una trompeta y una voz conmovedoras. Uno de esos momentos mágicos ocurre en Cannes. En una actuación en un hotel, el concierto está llegando a su fin. El ruidoso público parece poco interesado en la música de Chet Baker. El ajado trompetista, cuyo rostro es una pálida sombra de lo que fue, se acerca al micrófono y dice: Bien, hemos llegado a esta hora de la noche, donde ya no queda mucho más, así que os agradeceré que intentéis estar callados porque este tipo de canciones ..., ya sabéis. Aplausos. Tras unos segundos Chet entona un hipnótico y arrebatador Almost Blue:



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Cuando Bruce Weber le pregunta en una de las últimas escenas de la película: Cuando veas esta película en el futuro ¿la recordarás como un buen momento?, Chet responde: Ha sido un sueño. No llegó a ver terminada Let's Get Lost. Dicen que cayó del balcón de su hotel en Amsterdam cuando pretendía recuperar su amada trompeta. Pero es posible que se trate de otra más de las historias sobre Chet.
Nominado a los Oscar, Let's Get Lost ganó el Premio de la Crítica del Festival de Venecia. El Festival de Cannes recuperó el año pasado la película y la programó como todo un clásico del género documental musical. Más de 20 años después de su estreno en los E.E.U.U. la hemos podido disfrutar en los cines españoles. Imprescindible para los amantes del jazz, los degustadores del buen cine documental y los del buen cine en general.



3 comentarios:

Anónimo dijo...

Los genios no se manejan bien en este mundo, el del resto de los mortales...

Con Chet me pasa que aunque me muestren su parte humana (a la que no respeto), con su música, su trompeta y esa voz que me estremece hasta la médula, no puedo más que adorarlo.

Un petó susurrante

Odile

leolo dijo...

Con los artistas debemos separar su vida de su obra para así poder apreciarla mejor. Adoramos el arte, no la persona aunque quisiéramos adorar a la persona.
un beso para odile

José L. Solé dijo...

Impresionante película documental sobre el genial Chet...
Dejé escapar la reposición en cines, pero ayer la pude ver por fín en una cuidadísima edición en DVD. Estupendo documento...

Saludos.-