domingo, 24 de enero de 2010

Simple Men (Hal Hartley, 1992)

Bill y Dennis son hermanos. Bill es un ladrón, Dennis, un tímido estudiante universitario. Los dos se unen por distintos motivos, en busca del padre, un activista antisistema huido de la cárcel. Esta sería una sucinta reseña del argumento del film.Pero no nos diría nada acerca de Simple Men. Lo que la película cuenta es una historia de amor y compromiso, como siempre en Hal Hartley. Bill "sufre" por una mujer que le ha traicionado y decide marcarse una estrategia para vengarse de todas las mujeres pero la primera rubia que se cruza en su camino resulta ser Kate, mujer fuerte, madura, capaz de salir indemne de todas las dificultades que le presenta la vida. Como siempre en Hartley el amor triunfa a pesar de tenerlo todo en contra. Para que las distintas relaciones funcionen, viene a decir, han de tener como motor el afecto. Un afecto que se ha de cultivar, que se ha de trabajar ("Cuida de ella y ella cuidará de tí").

Simple Men fluye con una extraña naturalidad y ligereza ayudada por los elegantes movimientos de cámara y por una puesta en escena que podíamos tildar de "musical" (así, con comillas) con un magnífico empleo de la banda sonora (esos omnipresentes rasgueos de guitarra). Y hablando de la música, en Simple Men, más o menos a mitad de película aparece una escena totalmente musical que rompe radicalmente el ritmo, retratando con una coreografía sencilla y a la vez algo absurda el sentir de cada uno de los cinco personajes que intervienen en ella. Después de la rotunda afirmación de uno de ellos: "¡No soporto más esta tranquilidad!", un plano secuencia con un baile que viene a ser un resumen del film ... y de fondo Sonic Youth con "Kool Thing".



Para Hal Hartley sus finales más que felices son románticos: "Mis tres primeros largometrajes acaban con la reunión de un hombre y una mujer en circunstancias no resueltas. Yo paro ahí la narración, no me importa no resolverla porque lo importante es que los personajes se hayan comprometido en algo. Ese punto es el que me parece la conclusión de la historia". Efectivamente, al final Bill vuelve con Kate pero éste no es un happy end porque esta vuelta le supondrá la cárcel. Lo que importa como dice Hartley es el naciente compromiso del hombre con la mujer.

Otro de los aciertos del film está en su magnífica dirección de actores, moviendose en terrenos bien apartados del realismo, faltan las lágrimas, la pasión. Pero no es cuestión de temperatura sino de actitud: "Desconfío del sentimentalismo. Y el naturalismo es una forma de sentimentalismo. Lo importante no es salir de una película diciendo: sí, la vida es así. En vez de eso mi cine trata de ir hacia una cierta esencia." Y para librarse de un impostado naturalismo Hartley hace que sus actores no hablen ni se muevan como en la vida real. Su deslumbrante construcción del guión nos enfrenta a vertiginosos diálogos, ágiles, rápidos, irónicos y punzantes, construidos casi siempres con frases cortas, lacónicas. a menudo son circulares, es decir, una continua retahila de réplicas y contrarréplicas para volver al punto de partida.

No sé por qué pero en algún momento del visionado de Simple Men me vino a la mente ... Johnny Guitar.

1 comentario:

Justo dijo...

Es una película alphavillera.. no estoy seguro, pero creo que no la vi.

(Me ha gustado que Corazonada esté entre tus favoritas. No mucha gente se acuerda de ella, pero es muy especial).