Simplemente tengo una piel equivocada. Cuando más me froto con los amarillos, más amarillo quedo. A menudo me dicen que soy un asiático con un problema de piel. Empecé haciendo películas en Asia y mi trabajo ha tenido cierta repercusión y resonancia, y estoy muy orgulloso de ello. Pero resulta que soy una de las pocas personas no asiáticas en ese mundo. Y creo que la mayoría de la gente con la que trabajo cree que soy tan amarillo como ellos. Y eso para mí es un honor. (...)
Ahora mismo en Asia ocurre algo como la nueva ola australiana, el cinema novo en Brasil o la Nouvelle Vague francesa. ¿Por qué? Porque han confluido el interés y la economía y todos esos elementos se han conjurado ahora. Lo extraño de Occidente, o no tan extraño, es que la gente está perdida. En serio. La gente está perdida, ya se eche la culpa al 11 de septiembre o a la educación en las escuelas. Da igual qué tenga la culpa. Mientras que en Asia la gente está encontrando su voz. Ha sido un largo viaje. (...)
El actual clima en la mayoría del mundo occidental es, por supuesto, antiartístico, porque la función del artista es abrir los ojos a la gente, lo que no es la función de una meritocracia construida sobre el petróleo tejano. Y cada persona en el mundo real contempla esto y por eso se hacen las películas que se hacen. Porque cuando no se tiene libertad, ni se tiene integridad, se tiene que volver a hacer lo que ya se ha hecho antes.
Me fui a ver a Martin Scorsese y le dije: "¿No crees que debería hablarte de los objetivos?" Y me dijo: "¿Qué quieres decir?". Yo le dice: "En fin, estás haciendo un remake de mi película, Infernal Affairs. Infernal Affairs es una película que probablemente se escribió en una semana, que rodamos en un mes y ahora... ¡vas a hacer un remake! ¡Buena suerte!" ¿De qué carajo va esto? Vamos, hombre. En otras palabras, si se lee El declive y la caída del Imperio Romano uno se puede hacer una idea bastante clara de lo que hoy en día está ocurriendo en los Estados Unidos. ¿Y qué hacemos? (...) Pues hay muchas cosas que se pueden hacer y que no son caras. Puedes mandar un DVD a tus amigos, puedes colgar cosas en internet, ir a miles de festivales de cine. Y simplemente con una cámara digital. En otras palabras, incluso se puede hacer una película con el puñetero móvil. ¿No es, en cierto modo, fantástico? Es tan absurdo que la gente joven esté calculando sus posibilidades en lugar de simplemente salir y hacer cosas... La única forma de que cualquiera de nosotros se convierta en lo que llaman un cineasta no es calculando, sino probando y a ver qué funciona. Te pueden robar las ideas, pero no el corazón. ¿Qué hacer si no? ¿Esperar? Mira lo que le pasó a Kubrick. Esperó tanto que... Eyes Wide Shut es una mierda. Es la obra de alguien frustrado por sus propias ideas. Es como el queso, se agusana. Probablemente hace veinte años hubiera sido interesante, pero ya no tiene ninguna relevancia. Eso no se puede hacer porque lo que hacemos es el producto de donde estamos. Quiero decir, las películas que he hecho son la respuesta a las películas que hice antes y espero que también una respuesta al ambiente sociopolítico en el que vivo. (....)
Creo que nuestro propósito como cineastas o narradores o lo que sea que seamos es que, dentro de estas relaciones, en esta estructura social, en este clima político, podamos decir "ésta es la mejor película que podía hacer". Creo que es todo lo que podemos hacer. Entonces no seremos aprovechados, no seremos Spielberg o algo semejante.
Entonces se convierte todo en un asunto extremadamente personal, para bien o para mal. Así que no hay que liarse con que si digital sí o no, si con dinero sí o no, sólo hacer la mejor película que se pueda dentro de nuestro talento. Por algo nos metimos a hacer cine cuando podíamos habernos dedicado a vender casas.
Christopher Doyle, entrevista de Matthew Ross, Filmmaker Magazine, otoño 2005.
Australiano de nacimiento, dejó los suburbios de Sidney a los 18 años para dar salida a su espíritu de trotamundos. Se considera a sí mismo un cineasta chino. Empezó su carrera en Hong Kong rodando en chino, incluso en Asia es conocido por su nombre chino Du Kefeng (como el viento). Allí en Hong Kong le encontramos tras un periplo aventurero de juventud en el que trabajó en los más dispares oficios. Estamos a finales de la década de los 70 y Christopher Doyle es un estudiante de Lengua y Literatura China que participa activamente en la escena undergrounsd de Hong Kong aún estando en el país en condición de ilegal (sin visado ni permiso de residencia). Tras permanecer seis años en situación de sin papeles, en 1983 consigue su primer trabajo como director de fotografía para la película That Day on the Beach dirigida por su amigo y compañero de agitación cultural, el recientemente fallecido Edward Yang. Su siguiente película tardará tres años y le llevará a París donde fotografía Noir et Blanc (Claire Devers, 1986), antes de retornar nuevamente a Hong Kong donde establecerá su campo de operaciones para desarrollar una carrera estable como director de fotografía en el nuevo cine asiático.
En 1990 con Days of Being Wild comienza su jugosa y fructífera colaboración con la que será su alma gemela, Wong Kar-wai. Con él establecerá un método de trabajo en el que la improvisación y la búsqueda constante de nuevas formas en el intento de atrapar la esencia de las emociones humanas, serán la clave. Su marca de fábrica se sustentará en estos años de estrecha colaboración en unas imágenes potentes de texturas que a través de la luz, los colores y la composición quieren ser cómplices del director y ser según sus propias palabras la expresión visual de una experiencia emocional. Encuadres inestables, entrecortados o a través de objetos, ralentís hipnóticos, luces y colores saturados, cámara en mano, fondos que se desvanecen ... un estilo intuitivo que vincula a los espacios y los actores y que es capaz de incorporar cualquier contingencia que surja en el momento de la filmación ... Days of Being Wild, Ashes of Time, Chunking Express, Fallen Angels, Happy Together, In the Mood for Love, 2046 ...
Christopher Doyle no necesita de story board, es alérgico a los guiones cerrados. Wong Kar-wai le solía decir: ¿Ya lo has probado todo?, antes de dar por buena una escena. Le gusta probar y probarse constantemente. Para él una película debe ser como una jam session en la que la obra se va descubriendo a medida que se va haciendo. Ese método de trabajo choca evidentemente con el funcionamiento del cine americano, y por eso Doyle sólo ha trabajado allí con francotiradores como Jim Jarmusch o Gus Van Sant, o con gente que va a su bola como M. Night Shyamalan.
Filmografía seleccionada como director de fotografía:
1983 That Day on the Beach (Edward Yang)
1986 Noir et blanc (Claire Devers)
1990 Days of Being Wild (Wong Kar-wai)
1994 Ashes of Time (Wong Kar-wai)
1994 Chunking Express (Wong Kar-wai)
1994 Red Rose, White Rose (Stanley Kwan)
1995 Fallen angels (Wong Kar-wai)
1996 Temptress Moon (Chen Kaige)
1997 Happy Together (Chen Kaige)
1998 Psicosis (Gus Van Sant)
1999 Liberty Heights (Barry Levinson)
2000 Deseando amar / In the Mood for love (Wong Kar-wai)
2002 Generación robada (Philipp Noyce)
2002 El americano impasible (Philipp Noyce)
2002 Hero (Zhang Yimou)
2004 2046 (Wong Kar-wai)
2005 La condesa rusa (James Ivory)
2006 La joven de agua (M. Night Shyamalan)
2007 Paranoid Park (Gus Van Sant)
2008 The Limits of Control (Jim Jarmusch)
5 comentarios:
Realmente muy interesante todo lo que cuentas. Viendo la filmografía, aparecen unas cuantas películas de las que yo recuerdo de forma muy especial la fotografía. Me gusta mucho el tratamiento visual de Wong Kar Wai. Y tengo ganas de ver Paranoia Park de Van Sant.
Vaya! Casualidad hace un par de semanas me estuvo hablando un amigo de él a raíz de que estuvimos hablando de Wong Kar-Wai...
Y creo que lo había visto en alguna conferencia y habló también de su "temperamento".
A mí, Eyes Wide Shut no me parece una mierda, por ejemplo... y esa forma suya de hablar en algún momento me ha parecido un poco "prepotente". No creo que esos cineastas con los que colabora sean más interesantes que Spielberg por ejemplo. O que salir ahí fuera y empezar a hacer sea la solución. Desde luego, es bueno y recomendable a nivel personal (demasiados miedos y parálisis tengo yo para hacer cualquier cosa, por ejemplo)...pero también será mayor el número de tonterias que aparezcan. Son puntos de vista... sin más.
Pero un post interesante, sin duda.
Te recomiendo un suplemento de Cahiers du Cinema (edición española) de hace justo dos años (abril 2008), dedicado a Christopher Doyle ("Los ojos de Wong Kar-Wai, Gus Van Sant, Jim Jarmusch...")
Desde luego en pelis como "IN The Mood for love" o "Chunking Express" Doyle es la mitad de la peli, a partes iguales con el director.
Saludos!
Lu, sí ciertamente, el trabajo de Doyle es muy personal. Su look visual es muy característico, sobre todo el de sus trabajos para Wong Kar-wai.
David, a mí Eyes Wide Shut, no sólo no me parece una mierda, sino que creo que es una gran película, y sí, el señor Doyle va un poco o bastante de sobrado.
Ethan, creo como tú que su trabajo en las pelis de WKW es imopresionante y creo recordar que el director en alguna ocasión declaró que Doyle era tan autor como él de sus películas.
Gracias a los tres por pasaros y comentar. Nos leemos
Eloy...no puedes ver mis lágrimas... pero estoy llorando. Por fin respondes a los comentarios! (ja,ja).
Y ahora en serio.
Me alegra saber que compartes la idea que Doyle iba algo sobrado.
Y ahora, me voy a leer tu entrada sobre Charlotte (que las fotos ya las he visto).
Un saludo.
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