viernes, 12 de noviembre de 2010

Ludivine Sagnier, ¿la nueva Huppert?


Nacida en 1979, Ludivine Sagnier es ya toda una veterana en esto del cine. Con sólo 10 años ya estuvo en Je veux rentrer la maison (1989) de Alain Resnais, y con 11, se la veía al lado de Gerard Depardieu en Cyrano de Bergerac (1990). Realiza estudios en el Conservatorio de Arte Dramático de Versalles. Pero lo suyo no es vocación. Al principio no tiene claro que quiera ser actriz. Pero poco a poco se va metiendo. Cuando tiene 16 años comienza a hacer teatro y se siente cada vez más a gusto en el escenario, le divierte. Actúa en varios cortometrajes. El director François Ozon la ve en uno de ellos y se queda con su nombre. Le llama y le da su primer papel importante. Es en Gotas de agua sobre piedras calientes (1999), basada en una obra tetral de Fassbinder. Ozon sabe captar su lado sensual y lolitesco y ya no le perderá la pista.



Volveran a trabajar juntos en 8 mujeres (2002) y Swimming Pool (2003). La primera es un whodunit musical en la que Ludivine comparte decorados con varias actrices de distintas generaciones que son historia viva del cine francés, ahí es nada: Catherine Deneuve, Danielle Darrieux, Fanny Ardant, Isabelle Huppert, Emmanuelle Béart y Virginie Ledoyen. Swimming Pool la convierte en un símbolo sexual, al menos en su país. Gran parte de la película la pasa Ludivine luciendo tipo en bikini en la piscina, cuando no mostrando sus espléndidos pechos. La película contrapone a dos mujeres totalmente diferentes. La Sagnier es Julie, una chica sexy, instintiva, a la vez salvaje e ingenua. Charlotte Rampling , es Sarah, una escritora cerebral y rígida. Esa relación le sirve a Ozon para evocar a la vez una relación madre/hija y la de actriz veterana / actriz debutante.



Tras Swimming Pool le llueven los proyectos en los que abundan sus escenas con escasa ropa. Ella prefiere probar otros rumbos, como el musical Les chansons d'amour (Christophe Honoré, 2007). Claude Chabrol se fija en ella cuando interpreta a Campanilla en Peter Pan (P.J. Hogan, 2003) y le ofrece un papel a medida en Una chica cortada en dos (2007). "Tú que has interpretado a Campanilla sabes lo que significa estar radiante y luchar contra viejos piratas y eso es vital para este personaje" le explicó el director recientemente fallecido. A Ludivine le intimidaba al principio el trabajar con Chabrol, ella que venía del universo de François Ozon, admirador confeso chabroliano. La película es otra de las reflexiones del cineasta francés sobre el mundo de las apariencias y la hipocresía, sobre la falsedad que anida en nuestra sociedad. Ludivine Sagnier acapara casi todos los planos del film. Y es que a Chabrol siempre le han parecido más interesantes los personajes femeninos.



Dice Ludivine que querría llegar a ser como Isabelle Huppert, Catherine Deneuve o Jeanne Moreau, cuya filmografía es puro coleccionismo de grandes directores. Su sueño es envejecer como ellas. Todavía es demasiado pronto, pero está en el camino.



1 comentario:

David dijo...

Tendrá que encontrar a esos grandes, no lo va a tener tan fácil como Jimmy Stewart, me parece.
Vi Ocho mujeres y Peter Pan (una versión bastante maja). Las otras todavía no...
Un saludo.