viernes, 27 de febrero de 2009
Nicholas Musuraca arquitecto de luces y sombras.
Director de fotografía nacido en Italia en 1892 y muerto en Los Angeles en 1975. Accede al mundo del cine en 1913 haciendo un poco de todo hasta su profesionalización como cámara en 1918 y su paso a director de fotografía en 1923 con On the Banks of the Wabash. Su carrera transcurre a lo largo de 150 películas (116 producidas por la RKO) hasta 1958 con Too Much Sun su último trabajo como operador. Probó casi todos los géneros, destacando en el policial y el fantástico. Hacia 1940 estableció las pautas estilísticas que aportarían el look visual característico del cine negro, con la creación de turbadoras atmósferas a base de juegos de luces y sombras, con el silueteado de los personajes, creando fuertes contrastes de luz, siempre con medios sencillos. Desarrolló un estilo visual propio de atmósferas oníricas y amenazantes que trasladaría a otros géneros, como en el melodrama de Nicholas Ray Born to Be Bad (1950), el western Blood on the Moon (Robert Wise, 1948), el drama psicológico La huella de un recuerdo (John Brahm, 1946) y el género fantástico en la extraordinaria La mujer pantera (1942) dirigida por Jacques Tourneur, en la que destaca la secuencia de Simone Simon en la piscina, en la que utiliza los reflejos del agua para sugerir un clima de misterio.
Dentro del cine negro, la película que mejor define el estilo Musuraca es Regreso al pasado (Jacques Tourneur, 1947) con un portentoso uso de los claroscuros aplicados tanto a interiores como a exteriores -p. e. la relación entre Jane Greer y Robert Mitchum en la playa de Acapulco cuando las luces del día empiezan a languidecer-. Destacables son también sus dos trabajos para Fritz Lang, Gardenia azul (1953) y Class by Night (1952).
Fue un profesional poco reconocido al desarrollar su carrera a menudo en los límites de la serie B lo cual le dejó poco margen para abordar empresas mayores. Hasta hace poco no se le ha valorado como uno de los grandes directores de fotografía del periodo clásico, quien junto a nombres como Gregg Toland, Russell Metty, John Alton, John F. Seitz o James Wong Howe, contribuyeron en aquellos años a hacer de la iluminación en el cine, un arte.
jueves, 26 de febrero de 2009
Philipp Seymour Hoffman.
Philip Seymour Hoffman es un neoyorkino de 41 años de aspecto vulgar. Barriga cervecera, rechoncho y algo cabezón, de melena rubia y despeinada, nunca será un galán ni mucho menos un héroe, pero sus dotes interpretativas han hecho de él todo un referente entre los mejores actores de la actualidad, y ahí están la cantidad de nominaciones y premios para corroborarlo.
Hoffman no confía en su talento a la hora de componer un personaje. Ejemplo de ello son los cinco meses de preparación que necesitó para convertirse en Truman Capote.
Él no quiere "hacer de", quiere "ser" el personaje, y ése es un proceso agotador y doloroso. Suele ser muy minucioso y obsesivo en su trabajo hasta el punto de hacer constantes observaciones y preguntas al director de turno sobre su personaje. En resumen un actor "plasta", aquel que necesita saberlo todo acerca de su papel para, a partir de ahí, elaborar su propia creación y poder hacerlo suyo.
Breve paseo por lo más destacado de su filmografía:
- Boogie Nights (Paul Thomas Anderson, 1997). Es Scotty J. técnico de sonido y chico para todo que forma parte de la troupe del rey porno (Burt Reynolds) en la California de los años 70. En el segundo film de P.T. Anderson interpreta a un homosexual tímido y reprimido metido en la industria del sexo.
- Happiness (Todd Solondz, 1998). El actor que venía de hacer un corto papel en El Gran Lebowski insufla vida a un personaje vomitivo y patético, Allen, un inadaptado obsesionado con Lara Flynn Boyle.
- Nadie es perfecto (Joel Schumacher, 1999). P.S. Hoffman es lo único salvable en esta mediocre película en el papel de una drag queen que da clases de canto a su vecino (Robert de Niro), un policía retirado, machista y homófobo.
- Magnolia (Paul Thomas Anderson, 1999). Por una vez no interpreta a un tipo raro. Su personaje es Phil, un apacible y comprensivo enfermero que atiende a un enfermo de cáncer terminal en este intenso y sombrío fresco social, modelo vidas cruzadas.
- El talento de Mr. Ripley (Anthony Minghella, 1999). Tiene una breve aparición como el afeminado amigo de Jude Law. Muere a manos del inmoral protagonista (Matt Damon).
- Con amor, Liza (Todd Louiso, 2002). Su primer papel protagonista, Wilson Joel diseñador de webs que, abatido y confuso, intenta asumir el suicidio de su esposa. Es incapaz de abrir la carta de despedida que ella le ha dejado mientras busca consuelo esnifando gasolina e intentando aficionarse al aeromodelismo. Un excelente P.S. Hoffman con una interpretación rozando el autismo está presente en todo momento en esta película de tono triste y pocas palabras, una muestra de auténtico cine indie.
- Punch-Drunk love. Embriagado de amor (Paul Thomas Anderson, 2002). Sale poco tiempo pero borda su papel, administrador de una línea de teléfono erótica que pretende timar a un furioso Adam Sandler en esta comedia romántica marciana, su cuarta colaboración en la cuarta película de Paul Thomas Anderson.
- La última noche (Spike Lee, 2002). Papel secundario como uno de los íntimos amigos -un tímido profesor- de Edward Norton, con el que pasará un tiempo antes que éste ingrese en prisión
- Truman Capote (Bennett Miller, 2005). Memorable interpretación de Hoffman, merecedora de un Oscar. No se transforma en Capote, es Capote.
- Mission Imposible III (J.J. Abrams, 2006). Es el megavillano de turno que tiene que amargarle la vida al soso de Tom Cruise. Pirotecnia a raudales, acción sin ton ni son, y poco más.
- Antes que el diablo sepa que has muerto (Sidney Lumet, 2007). P.S. Hoffman es uno de los dos hermanos (el otro es Ethan Hawke) que se proponen atracar la joyería de su padre en esta excelente película filmada con brío y energía por el octogenario Lumet en la que todo el reparto raya a un altísimo nivel: además de los citados, Albert Finney y Marisa Tomei.
- La familia Savages (Tamara Jenkins, 2007). Drama con toques de humor negro sobre dos hermanos, P.S. Hofman y Laura Linney, enfrentados a la demencia y la inminente muerte del padre. El es un profesor de literatura y ella aspira sin éxito a ser novelista. Los dos actores están magníficos en esta película desoladora y conmovedora a la vez.
- La duda (John Patrick Shanley, 2008). Es ésta una película de actores, muy por encima de un guión y una realización planos. Hoffman es el padre Brendan, sospechoso de abusos sexuales. Meryl Streep interpreta a la compañera/rival un personaje que cree que sólo el orden y la disciplina severa pueden conducir al aprendizaje. Brendan es contrario al castigo y utiliza la comprensión y el cariño. El actor está prodigioso, consiguiendo que el público empatice con su personaje pese a la duda de si es culpable de abusos.
Y en este mes de Febrero debe de haberse iniciado el rodaje de Jack Goes Boating, el proyecto en el que P.S. Hoffman se estrena como director. Basada en una obra de gran éxito en Broadway de Bob Glaudini interpretada por el propio Hoffman, su personaje es un conductor de limusinas, inadaptado y soñador, que dedica su tiempo libre a ayudar desinteresadamente a los demás, y que inicia una relación con Connie, la ayudante de un embalsamador con la que compartirá desde aficiones comunes a drogas ilegales.
martes, 24 de febrero de 2009
sábado, 21 de febrero de 2009
Néstor Almendros maestro de la luz.
Un 4 de marzo de 1992 fallecía en Nueva York Néstor Almendros, víctima del sida a los 61 años. Había nacido en Barcelona en 1931. Después de la Guerra Civil, sus padres huyeron con él a Cuba. Allí se formó cursando Literatura y Filosofía en La Habana. También estudió fotografía en Cuba, ampliando conocimientos más adelante en Nueva York e Italia.
En 1961 se establece en Francia donde lleva acabo una brillante carrera profesional como director de fotografía. Es asiduo en las películas de Eric Rohmer (La coleccionista, Mi noche con Maud, La rodilla de Clara, El amor después del mediodía, La Marquesa de O, Perceval le Gallois, Pauline en la playa) y de François Truffaut (El pequeño salvaje, Las dos inglesas y el amor, Domicilio conyugal, Diari íntimo de Adéle H., L'amour en fuite, La chambre verte, El último metro, Vivamente el domingo). Sus primeros trabajos en Francia le proporcionan una reputación preofesional que hace que desde Estados Unidos le reclamen directores como Terence Malick para Días del cielo. Con esta cinta Néstor Almendros gana el Oscar en 1978 a la mejor fotografía. Robert Benton es otro realizador para el que trabaja en Kramer contra Kramer, Bajo sospecha, En un lugar del corazón y Billy Bathgate, ésta última el punto final de su carrera. Destacar también en su etapa americana sus colaboraciones en La decisión de Sofía de Alan Pakula, Se acabó el pastel de Mike Nicholls y en el relato de Scorsese para Historias de Nueva York.
Fuera de su labor como operador de fotografía, codirigió junto a Orlando Jiménez Leal dos documentales anticastristas, Conducta impropia y Nadie escuchaba, y escribió un extraordinario libro, Días de una cámara, altamente recomendable por su agradabe lectura y en el que analiza su oficio de manera clara y amena y nos transmite en sus páginas el amor por el cine que siempre le acompañó.
Néstor Almendros se implicaba a fondo en las películas enm las que trabajaba, poniendo siempre, por encima del lucimiento personal, el interés artístico de cada proyecto. Siempre fue un defensor acérrimo del realismo en las fuentes de iluminación. No soportaba la artificialidad ni la falsificación. A su buen gusto innato para la composición se unía una vastísima cultura visual lo que le hacía obtener brillantes soluciones partiendo siempre de luces mínimas y reales. Fue un apasionado de la cultura en todas sus formas, y en particular del cine, pues se consideraba un cinéfilo militante, conocedor del mejor cine de todos los estilos y todas las épocas.
--Estoy convencido de que ver los clásicos del cine en las filmotecas es la mejor escuela--
--Creo que el cine es una forma de arte generosa. A través de los objetivos, se produce sobre la emulsión fotográfica algo así como una automática transfiguración. Todo parece más interesante en película que en la realidad (...) hay como una magia en el cine: la cámara potencia la realidad.--
--Para mí la principales cualidades de un director de fotografía son la sensibilidad plástica y una sólida cultura. Lo que llaman técnica cinematográfica no posee más que un valor secundario, es cuestión sobre todo de ayudantes.--
viernes, 20 de febrero de 2009
La ardilla roja (Julio Medem, 1993)
-- Emma Suárez: ¿Estoy muy enamorada de tí?
-- Nancho Novo: Sí.
-- Emma Suárez: ¿Y tú cómo lo sabes?
-- Nancho Novo: Todo el mundo lo sabe. Tú estas loca por mí.
-- Emma Suárez: ¿Y tú?
-- Nancho Novo: Yo ... también.
-- Emma Suárez: Pues bésame ... como el otro día.
-- Nancho Novo: ¿Te has hecho daño?
-- Emma Suárez: No.
-- Nancho Novo: ¿Te acuerdas de algo?
-- Emma Suárez: No. Sigo igual.
-- Nancho Novo: Mejor.
-- Emma Suárez: ¿Por qué?
-- Nancho Novo: Me gustas más así, amnésica.
martes, 17 de febrero de 2009
Howard Hawks, el hombre que hacía películas.
(Selección personal):
- 1932 Scarface, el terror del hampa. Con Paul Muni, Ann Dvorak y George Raft.
- 1938 La fiera de mi niña. Con Cary Grant y Katherine Hepburn.
- 1939 Sólo los ángeles tienen alas. Con Cary Grant, Jean Arthur, Thomas Mitchell y Rita Hayworth.
- 1940 Luna nueva. Con Cary Grant, Rosalind Russel y Ralph Bellamy.
- 1944 Tener y no tener. Con Humphrey Bogart, Lauren Bacall y Walter Brennan.-
- 1946 El sueño eterno. Con Humphrey Bogart, Lauren Bacall y Dorothy Malone.
- 1948 Río Rojo. Con John Wayne, Montgomery Clift y Walter Brennan.
- 1949 La novia era él. Con Cary Grant y Ann Sheridan.
- 1952 Me siento rejuvenecer. Con Cary Grant, Ginger Rogers y Marylin Monroe.
- 1953 Los caballeros las prefieren rubias. Con Jane Russell y Marylin Monroe.
-1959 Río Bravo. Con John Wayne, Dean Martin, Angie Dickinson y Walter Brennan.
- 1962 Hatari. Con John Wayne, Elsa Martinelli, Red Buttoms y Hardy Kruger.
- 1963 Su juego favorito. Con Rock Hudson y Paula Prentiss.
-1967 El Dorado. Con John Wayne, Robert Mitchum, James Caan y Charlene Holt.
lunes, 16 de febrero de 2009
La música del azar: Stina Nordenstam, "Crime".
La sueca Stina Nordenstam es todavía -y así lo quiere ella- el placer oculto de unos pocos. La suya es una voz aguda y oscura, quebradiza y susurrante, como la de una niña que no quiere crecer. Una voz tan cercana al oido como un secreto. Sus relatos de tristeza, duda y desesperanza son tan íntimos que sabe mal propagarlos.
Recomendar a Stina es perder la exclusiva de un amor perfecto.
jueves, 12 de febrero de 2009
Llorar de Audrey.
Pero lo está. Con motivo de la exposición de parte de su vestuario en ese estupendo espacio de cine que tiene lugar en Granada -hasta el 31 de marzo: merece una peregrinación-, en el programa de la SER La ventana, Gemma Nierga y Jaume Figueras le hicieron una entrevista a su hijo mayor, Sean Hepburn Ferrer, encargado de preservar y compartir el patrimonio-memoria de su madre. Me la pasé, la entrevista, llorando. No de pena ni de nostalgia. Llorando de Audrey, que es una preciosa forma de llorar, como se llora leyendo un poema o escuchando una música, o recordando a los que amamos cuando su evocación ya no nos duele.
Contó Sean Hepburn Ferrer una anécdota preciosa. Y es que, cuando los encargados de casting (la palabra inglesa me gusta mucho más que la española reparto, que parece ir en camión) de la película Always, de Steven Spielberg, se reunieron para determinar quién haría el papel de Ser del Otro Mundo, alguien planteó la siguiente pregunta: "¿Y si Dios fuera mujer?". Y todos a una respondieron: "¡Audrey Hepburn!". Y así fue como la eligieron. Por Dios, no por Santurrona. Ella, que hizo dos veces de monja, nunca nos dejó esa imagen de intocada o de pureza. Lo suyo era otra cosa. Humanidad. En Historia de una monja era una mujer con dudas y dilemas que acaba dejando el convento. Y en Robin y Marian era una malcasada con el Señor que aguardaba el regreso -o lo añoraba- de aquel truhán que la dejó por Ricardo Corazón de Sabandija y la Cruzada de los Necios.
Billy Wilder, que la dirigió en Sabrina y Ariane, era un hombre sumamente ingenioso que a veces se perdía por una buena frase. Solía decir que a Audrey no se le podía poner a hacer el amor en una película, que nadie lo creería o no lo soportarían. Se equivocaba. Stanley Donen la convirtió en adúltera en Dos en la carretera, y en amarga esposa a ratos, después de haberla metido en la cama en memorables escenas, llenas de romanticismo unas, y de doloroso cinismo otras, con Albert Finney. Donen lo hizo con tanta maestría que sólo nos quedó para la memoria un filme que es real como la vida y maduro como el arte, y una protagonista que trascendía la banalidad de las convenciones para transmitir, con la intensidad de su rostro anguloso, el peso de la experiencia. Dos en la carretera es una de sus mejores películas y quizá la más dura (aunque Ariane tampoco sea una comedia, pese a sus apariencias), y, según su hijo, hoy día se estudia el vestuario que Audrey luce porque determina las épocas en que transcurren los diferentes flash-backs. Junto con los modelos de automóviles, añadiría yo.
En la entrevista mencionada se abrió el micrófono y compareció una niña de diez años, creo recordar que se llamaba Victoria, que, emocionada, contó que quería ser como Audrey Hepburn (Sean le prometió recibirla en Granada y contarle cosas exclusivas de su madre), y otra oyente explicó que había crecido viendo Guerra y paz. ¡Aquella Natasha!
Quizá fue por su experiencia de hambre y bombardeos en la Europa de la II Guerra Mundial, de aquella infancia tan dura, que Audrey Hepburn obtuvo el don de emocionarnos desde que su sonrisa y su capacidad para entender la desdicha iluminaron la pantalla en Vacaciones en Roma.
Sí, llorar de Audrey es una de las mejores terapias que pueden ocurrirnos.
lunes, 9 de febrero de 2009
Saffron Burrows.
Nacida en Londres el 1 de Marzo de 1973, hija de militantes socialistas, estudió arte dramático desde los 12 años. Tuvo sus años punk con el apodo de Street Dog en la banda The Stockney Posse. Una vez acabada la universidad y en un concierto de su grupo en los patios del Covent Garden, un cazatalentos se fijó en ella y la introdujo en el mundo de la moda donde paseó su elegante y delgada figura para firmas como Chanel o Yves Saint-Laurent.
Un pequeño papel en Welcome to the Terra Dome (Ngozieah Onwurah) hace que se fije en ella Jim Sheridan y la contrate para En el nombre del padre, su primer papel importante.
Muy comprometida en temas sociales, es vicepresidenta del Movimiento Nacional de Derechos Civiles además de firme activista feminista.
Mel Gibson la rechazó para Braveheart porque le pareció demasiado alta para él. Y Woody Allen la reemplazó como la supermodelo de Celebrity porque necesitaba a alguien más vulgar. Finalmente el papel fue a parar a Charlize Theron.
El gran carnaval (Billy Wilder, 1951)
jueves, 5 de febrero de 2009
Kristin Scott-Thomas.
Charada (Stanley Donen, 1963)
domingo, 1 de febrero de 2009
Lienzos de celuloide.
El tormento y el éxtasis (Carol Reed, 1965): basada en un best-seller de Irving Stone. Charlton Heston es Miguel Angel, el genial pintor renacentista que pinta sin prisa la Capilla Sixtina. Rex Harrison es el Papa Julio II quien le hace el encargo. El film se limita a reflejar de manera esquemática y superficial esta época , y las tormentosas relaciones entre estos dos personajes.
2- Caravaggio.
Caravaggio (Derek Jarman, 1986): Construida a partir del soliloquio alucinado del agonizante protagonista, esta recreación fílmica de la existencia del pintor renacentista puede llegar a aburrir o irritar a todos los que no comulguen con el esteticismo decadente filogay característico de Jarman.
3- Rembrandt.
Rembrandt (Alexander Korda, 1936): biografía del pintor holandés, con abundante fantasía made in Hollywood, centrada en sus últimos años de vida, tras la muerte de su esposa. Korda recrea la Holanda del siglo XVII en estudio con su exuberancia característica. Charles Laughton interpreta al pintor en uno de sus mejores trabajos.
4- Vermeer.
Goya en Burdeos (Carlos Saura, 1999): Paco Rabal se pone por tercera vez en la piel del pintor aragonés en este drama que ahonda en la visión estética del artista. La trama le sitúa en su exilio francés de Burdeos, rememorando su juventud y madurez encarnadas por el actor José Coronado. Carlos Saura se aparta del realismo y busca elementos de puesta en escena próximos al teatro y a la pintura.
6- Toulouse-Lautrec.
Moulin Rouge (John Huston, 1952): José Ferrer interpreta al pintor en esta historia de un individuo marginal de físico deforme que intenta abrirse camino con su arte ante la incomprensión social. Huston le ve como un perdedor incomprendido que convierte ese fracaso en acicate creativo. El resultado, a pesar de la cuidada fotografía que se identifica con la tonalidad cromática del pintor, es una película plana, sin garra y llena de tópicos.
7- Van Gogh.
El loco del pelo rojo (Vincente Minnelli, 1956): biopic de Van Gogh, interpretado por un excelente Kirk Douglas, un film lleno de pasión y vitalidad con una magnífica utilización de la luz y del color. Adaptación del libro de Irving Stone rodada en las mismas localizaciones en que vivió el artista. Un gran clásico. Una gran película.
8- Amedeo Modigliani.
Los amantes de Montparnasse (Jacques Becker, 1958): clásico del cine francés marcado por la fatalidad. El proyecto inicial lo iba a dirigir Max Ophuls, pero al morir fue aplazado. Jacques Becker lo retomó en plena enfermedad que dos años después lo llevaría a la tumba. El protagonista Gerard Philippe, de 35 años, también moriría poco después de terminar el rodaje. El film trata acerca del último año del pintor, su mísera existencia , sus problemas con alcohol y drogas, sus difíciles relaciones con sus amantes (Anouk Aimée, Lili Palmer). A Becker le interesa, más que el mundo de la pintura, la tragedia de un hombre condenado a morir que sólo en el amor encuentra un efímero placer en su desdichada vida.
Klimt (Raoul Ruiz, 2006): no encontraremos en el Klimt de Raoul Ruiz ni exactitud histórica ni una biografía al uso. Todo el film es una rememoración del pintor austríaco en su lecho de muerte, de marcado tono onírico, sin una trama lineal a que agarrarse, una fabulación muy subjetiva sobre un personaje conocido. De esta forma nos vamos asomando al universo artístico de Klimt, a su personalidad, a su reconocible mundo cargado de misterio , erotismo y belleza.
10- Munch.
Sobrevivir a Picasso (James Ivory, 1996): conocemos a Picasso -prodigioso Anthony Hopkins- a través de los ojos de Françoise (Natascha McElhone), una de las mujeres con que compartió su vida. Este retrato de madurez del pintor malagueño nos lo muestra como un ser tiránico, egocéntrico y posesivo. Las mujeres son presentadas como las víctimas de su temperamento. Esta perspectiva un tanto maniquea procede de la autora del libro en el que se basa la película, la periodista Arianna Stassinopoulos Huffington.
Frida (Julie Taymor, 2002): Salma Hayek, también coproductora de la cinta, y Alfred Molina interpretan a la pareja Frida Kahlo-Diego Rivera, matrimonio que jugó un papel esencial en la vida cultural y política del México del siglo XX. La ficción recorre toda la vida de Frida, incluidos el brutal accidente que la dejó inválida, su vida sentimental sin complejos y su tormentosa relación con Diego Rivera. El trabajo de Taymor destaca especialmente en la evocación de la época y en la utilización de los colores cracterísticos de la paleta de Frida para expresar estados de ánimo, así como en la forma de insertar detalles de la vida de la artista en su propia obra a través de encuadres que representan algunos de sus lienzos.
Pollock (Ed Harris, 2000): debut en la realización de Ed Harris quien también interpreta al pintor expresionista abstracto Jackson Pollock, dando rienda suelta a su lado más histriónico, mostrando al pintor como un hombre arisco, torturado, parco en palabras, ciertamente antipático. Lo más interesante está en las escenas en las que Harris interpreta a Pollock en pleno proceso creativo.
15- Basquiat.
Basquiat (Julian Schnabel, 1996): debut en la dirección del artista plástico y también pintor Julian Schnabel, y amigo personal de Basquiat. La película narra la vida del pintor Jean-Michel Basquiat, su rápido ascenso a la fama, hasta su muerte a los 27 años de una sobredosis de heroína. Basquiat plantea el eterno conflicto entre el genio rebelde incomprendido y la sociedad en la que se mueve, en este caso la New York de los 70. Destacar la aparición de David Bowie interpretando a Andy Warhol.
16- Antonio López.
El sol del membrillo (Antonio López, 1992): documental de ficción o ficción documental, es tan sólo una etiqueta, da lo mismo cómo lo llamemos. Tenemos por una parte al pintor Antonio López tratando de captar en un lienzo al sol madurando los frutos en un membrillero que él mimo plantó en el patio de su casa. De otro lado está el director Victor Erice que en un segundo plano contempla, espera, filma, tratando de llegar al fondo del cómo transcurre el proceso de la creación de un cuadro, Película pausada, que se toma, y mucho, su tiempo, no apta para impacientes,