martes, 30 de diciembre de 2008

Secretary (Steven Shainberg, 2002)


Lee, recién salida de una institución de salud mental debido a sus tendencias autolesivas, encuentra trabajo como secretaria para un abogado con el que descubrirá los placeres del sadomasoquismo.
Lee es Maggie Gyllenhaal y James Spader es el abogado en Secretary, ácida y cinica variante de la guerra de sexos, una vuelta de tuerca al socorrido esquema de la comedia romántica: chica encuentra chico - chica pierde chico - chica recupera chico. En el fondo, una hermosa y nada convencional historia de amor entre dos solitarios que se sienten complementarios.
No se trata, como pudiera dar pie una lectura literal del cartel, de un relato sobre la fantasía masculina de sumisión de la mujer, al fin y al cabo, el guión viene firmado por una de ellas, Erin Cressida Wilson, que le da el tono irónico necesario a este retrato despiadado (y a veces divertido) de las relaciones de pareja.
Maggie Gyllenhaal está estupenda en su papel de secretaria que descubre el placer en el dolor. James Spader, tan soso como siempre, vuelve a sentirse cómodo en uno de esos personajes con una concepción un tanto bizarra del sexo. Recordemos su voyeur impotente de Sexo, mentiras y cintas de vídeo o el obseso de los accidentes de tráfico de Crash.

Tópicos del cine.

Leido en ... "Mortadelo y su guía para la vida del joven de hoy en día"
Autor: Francisco Ibáñez. Ediciones B, 2005
  1. Todo meteorito que se acerque a la Tierra impactará obligatoriamente en algún lugar de EE.UU.
  2. En toda persecución callejera en una película americana, los coches impactarán a su paso contra cajas y contenedores de basura obligatoriamente.
  3. En toda película americana los coches pegan escandalosos frenazos y derrapan aunque vayan a 10 por hora.
  4. El protagonista de la película siempre se enamora de la tía que está más buena.
  5. Todo coche que cae por un barranco ha de explotar.
  6. Siempre que un caballo aparece en una película (aunque sea durante sólo 2 segundos) relincha ruidosamente.
  7. Toda película checoslovaca es un tostón.
  8. En toda película americana todo amo le dice cariñosamente a su perro, "buen chico".
  9. Todo personaje que cae de lo alto de un rascacielos lo hace a cámara lenta.
  10. En todas las películas de terror, cuando el malo persigue a la parejita de turno, ella tropieza siempre.
  11. En las películas americanas, en las conversaciones telefónicas, nuca dicen "hola" ni "adiós".
  12. En todas las películas del espacio las naves hacen ruido al acelerar o explotar, lo cual es imposible porque en el espacio no se propaga el sonido.
  13. En EE.EE. nunca cierran con llave ni el coche ni la casa.
  14. Tom Cruise nunca se despeina.
  15. En toda película que aparezca Brad Pitt, al salir del cine las mujeres dirán que ha sido buenísima.
  16. En toda película que aparezca Jennifer López, al salir del cine los hombres dirán que ha sido malísima.
  17. En toda película americana si los protagonistas van en coche, siempre encuentran aparcamiento facilmente.
  18. Todo cristal transportado por dos hombres será partido irremisiblemente por alguien que participa en una persecución callejera.
  19. En América cuando uno enchufa el televisor para ver si dan determinada noticia, ésta aparece inmediatamenteen pantalla. Luego apagan el televisor.
  20. En un 99'9% de las películas españolas alguna chica se tiene que desnudar.

lunes, 29 de diciembre de 2008

La serena belleza de Jennifer Connelly.
















En 1984 Sergio Leone estrenaba la utima de sus películas, Erase una vez en América. En una de sus primeras escenas una adolescente baila en un almacén. Un chico, escondido, la espía. Ella lo sabe. Ella es Jennifer Connelly e iniciaba aquí una larga e irregular trayectoria cinematográfica. Fue icono adolescente a finales de los 80. Su belleza virginal causó furor en Labios ardientes a principio de los 90, una década en la que rodó toda una serie de films irrelevantes. El nuevo siglo la ve renacer con mejores papeles en mejores películas, gana un Oscar con la mediocre Una mente maravillosa, y pasea su espléndida madurez por Hulk, Casa de arena y niebla, Diamante de sangre o Juegos secretos.




Hay algo de inocencia primigenia en su perfecto rostro ovalado, en su serena mirada nostálgica, un equilibrio mágico que los años han sabido mejorar, como las mejores mujeres. Hay Jennifer Connelly para mucho tiempo.

viernes, 26 de diciembre de 2008

My Blueberry Nights (Wong Kar-Wai, 2007)



Wong Kar-Wai rueda su primer film en los USA y su universo sigue estando ahí. No varía en cuanto a la forma y el contenido. Esta ahí su característico look visual, está esa forma tan maravillosa de utilizar las canciones. El cine es un lenguaje universal y poco importa donde se ruede o en qué idioma, la época o la nacionalidad de los actores, cuando detrás de la cámara hay un cineasta con talento y personalidad, con algo interesante que contar mediante una puesta en escena característica, original y única.

My Blueberry Nights nos habla de las distancias físicas y afectivas que separan a los seres humanos, de la precaria deriva sentimental en la que vivimos, de como nos aferramos, de manera muchas veces inconsciente, a los sentimientos vividos. En una película con muchas palabras esos sentimientos pueden llegar a a expresarse mejor con el gesto, con el silencio o con la mirada. En este relato de corazones rotos y encuentros, de neones y garitos nocturnos, de casinos y bares de carretera, Wong Kar-Wai extiende su paleta de recursos cinematográficos para decirnos algo sobre la fragilidad de los afectos, las heridas del corazón que todas las personas intentamos cicatrizar buscando siempre algo o a alguien, o a veces quedándonos con meros sucedáneos del amor.

El director de Hong-Kong filma a sus personajes de manera esquinada, casi siempre con objetos entre ellos y una cámara inquieta y sensual en su permanente movimiento -p. e. Jeremy y Elizabeth vistos a través de las cristaleras de la cafetería-. Los planos se estrechan sobre los rostros intentando capturar el gesto que delate aquello que no se dice. La imagen ralentizada, marca de la casa, se acompaña de canciones -mucho blues y soul-. Mientras el director buscaba localizaciones por EE.UU. sonaba mucho en su coche el disco de Cat Power "The Greatest", cuyas canciones dice, le ayudaron a concretar la forma de filmar las secuencias en New York. La cantante aporta una preciosa canción que se escucha dos veces en la película, y un pequeño pero intenso papel, el de Katya, un personaje que mantuvo una relación con el de Jude Law, propietario de la cafetería.



La estructura circular del film tiene al personaje de Elizabeth (dulce Norah Jones) como eje vertebrador del relato, quien tras una ruptura amorosa se encuentra con Jeremy (Jude Law, otro corazón partío) en su cafetería, y le hace su confidente. Surge así entre ellos una relación muy especial. Luego este personaje desaparece, pero está presente a través de las cartas que le escribe Elizabeth. Ella llega hasta Memphis para trabajar y allí los papeles se invierten, ahora ella es la camarera y la que observa y trata de acercarse emocionalmente a Arnie (extraordinario David Strathairn) abandonado por su esposa Sue Lynne (Rachel Weisz cuya entrada en el bar de copas está filmada con la misma fuerza y magnetismo que las apariciones por los pasillos de Maggie Cheung en In the Mood for Love). **En esta historia me vino a la mente Paris, Texas, otro relato de derivas afectivas filmada en EE.UU por un cineasta extranjero, el alemán Wim Wenders. Puede que a ello contribuyera el que el dueño del local se llamara Travis, como el personaje de Harry Dean Stanton en la película de Wenders**. Estas dos primeras historias transcurren en Nueva York y en Memphis pero a Wong Kar-Wai no le interesa mostrar los socorridos planos turísticos de calles o lugares. Aquí el paisaje urbano se relega a un absoluto fuera de campo. En el trayecto a Las Vegas sí aparecen los planos de carreteras solitarias, peladas montañas y cielos azules que tantas veces hemos visto en el cine.
La tercera historia con el personaje de Norah Jones trabajando en un casino arranca con la partida de cartas del personaje de Natalie Portman, filmada de manera algo tópica, para abrirse más adelante con el viaje en coche de las dos mujeres -una pequeña road movie- rompiendo así el hasta entonces tono nocturno y cerrado de los escenarios en interiores.
La película empieza en la cafetería de Jeremy en New York y es allí donde termina regresando el relato y con él, el periplo de Elizabeth, para cerrar sobre sí misma estas Blueberry Nights y ofrecer a sus personajes un asidero al que agarrarse una vez cicatrizada la herida.

miércoles, 24 de diciembre de 2008

Val Lewton, un productor "autor".


En la época del sistema de estudios de Hollywood, el productor podía ser también considerado "autor", y de haber sido analizada una política de autores desde el punto de vista del productor, Val Lewton sería un caso paradigmático, aún situandose en los márgenes de la serie B.

Vladimir Ivan Leventon había nacido en Yalta (Rusia) en 1904. Tras divorciarse de su padre y emigrar a América, su madre cambió el apellido por el de Lewton. Durante dos años estudió periodismo en la Universidad de Columbia y luego se ganó la vida escribiendo artículos en periódicos, relatos breves, poesía. De ahí a publicar sus propias novelas sólo hubo un paso.

David O. Selznick se fijó en él y le ofreció el trabajo de adaptar la novela de Gogol "Taras Bulba" . El proyecto no cuajó, pero Lewton tuvo buena sintonía con Selznick, quien lo contrató como editor de historias, puesto en el que estuvo entre 1934 y 1942. En este último año entró a trabajar en la RKO dirigiendo su unidad de producción de películas de terror bajo la supervisión de Charles Koerner, el jefe de producción de los estudios. Fue idea de Koerner el que el tema de la primera película de Lewton fuese el miedo a los felinos, para lo que ya había elegido un título, La mujer pantera (Cat People). El productor colaboró estrechamente con el director Jacques Tourneur quien se ciñó al escaso presupuesto y aceptó las sugerencias de Lewton, marcando las bases de una poética de la sugerencia en la que la utilización de la puesta en escena, la luz y el sonido, eran vitales para llegar al terror. Sugerir antes que mostrar sería su lema. La mujer pantera se estrenó en 1942 después de 4 semanas de rodaje. Costó 134000 dólares y recaudó más de cuatro millones.

Las otras dos producciones del tándem Lewton-Tourneur se ajustaron a ese mismo modelo, rodajes de menos de un mes, presupuestos no superiores a 150000 dólares y enorme rentabilidad. Yo anduve con un zombie (I walked with a zombie, 1943) partía de un relato que el estudio había adquirido principalmente porque el título les pareció atractivo y comercial. Se trata de una historia de vudú, muertos vivientes, y amores imposibles, un cuento gótico en las Antillas de estilo sosegado y pictórico, poseedor de unaperturbadora poética.



El hombre leopardo (The Leopard Man, 1943) partía de una adaptación de la novela de Cornel Woolrich "Black Alibi" cuya historia poco tenía que ver con el tipo de terror que le interesaba a Val Lewton. Un leopardo escapa de un zoo y provoca varias muertes, pero el verdadero asesino es un hombre.

Del departamento de montaje de la RKO salieron dos directores que continuaron dando excelente rendimiento a la unidad de producción de Val Lewton: Mark Robson, ya familiarizado con su sistema de trabajo, pues había sido el montador de las tres películasde Tourneur, y Robert Wise, que coincidió en la mesa de montaje con Mark Robson en "Ciudadano Kane" y "El cuarto mandamiento". La séptima víctima (The Seven Victim, 1943) dirigida por Mark Robson es la película más personal de Lewton, una historia terrorífica sobre cultos satánicos en el Nueva York contemporáneo cuyo protagonista es un poeta del Greenwich Village de orígenes literarios similares a los del propio Lewton. En La maldición de la mujer pantera (The curse of the Cat People, 1944) de Robert Wise, Val Lewton se implicó a fondo, y partía con la ventaja del éxito de su antecesora, pero una lectura psicoanalítica impuesta por el propio productor diluía el potencial misterioso de la historia. Ni el público ni el estudio supieron apreciar este trabajo. Lewton acudió a una adaptación literaria en su siguiente proyecto, El ladrón de cuerpos (The Body Snatchers, 1945) con la dirección de Robert Wise, según el relato de Robert Louis Stevenson, en la que incluso escribió el guión bajo seudónimo (Carlos Keith). Protagonizada por dos iconos del género, Boris Karloff y Bela Lugosi, es una muestra prototípica del modo de hacer de Val Lewton, con su característico look visual, esa atmósfera opresiva fruto de la contrastada fotografía en blanco y negro (Robert De Grasse) y a los decorados de Albert D'Agostino y Walter E. Keller.

La isla de los muertos (Isle of the Dead, 1945) -dirigida por Mark Robson- acontece en 1912 durante las guerras balcánicas en el escenario de una isla en la que varios personajes quedan bloqueados al extenderse un brote de peste. La película -inspirada por el cuadro Isle of the Dead de Arnols Böcklin- adopta unas tonalidades fúnebres, de inquietantes claroscuros y atmósfera claustrofóbica, tenebrista, aunque se echa en falta un toque más personal, presente en los films de Lewton con Tourneur.

Como la anterior Bedlam (Mark Robson, 1946) está protagonizada por Boris Karloff, aquí como el sádico director de un manicomio en el Londres de 1761. La última de las películas de terror de Lewton para la RKO es un film claustrofóbico y a la vez muy pictòrico, ya que la historia se inspira en el cusdro del mismo título de William Hogarth y en los cambios entre secuencias aparecen planos de varios cuadros y grabados de la época.

Al finalizar la 2ª Guerra Mundial el tipo de cine que representaba Val Lewton ya no era del agrado del público. La gente prefería westerns o musicales de temáticas más ligeras y alegres. Además apareció la tendencia a rodar fuera e estudi, en escenarios naturales, buscando mayor realismo.. A la muerte de Charles Koerner, Val Lewton dejó la RKO para fichar por Paramount donde produjo My Own True Love (Compton Bennett, 1949) que pasó sin pena ni gloria. Luego firmó con la MGM con la que trabajó en Please, Believe me (Norman Taurog, 1950) insulsa comedia al servicio de Deborah Kerr que supuso un fracaso en taquilla. Para la Universal produjo en Technicolor el western Apache Drums (Hugo Fregonese). Era 1951 y ese año fue el de su muerte, después de haber sufrido dos infartos. Tenía sólo 46 años.


lunes, 22 de diciembre de 2008

"Las reglas de oro para una comedia de éxito" según Preston Sturges.

Una chica bonita es mejor que una fea.

Una pierna, mejor que un brazo.

Un dormitorio, mejor que una sala de estar.

Una llegada, mejor que una partida.

Un nacimiento, mejor que una muerte.

Una persecución, mejor que una charla.

Un perro, mejor que un paisaje.

Un gatito, mejor que un perro.

Un bebé, mejor que un gatito.

Un beso, mejor que un bebé.

Y una buena caida, mejor que ninguna otra cosa.

viernes, 19 de diciembre de 2008

Titulos en español de películas que mejoran el título original (o no).

La fiera de mi niña / Bringing Up Baby
(Howard Hawks,1938)
Caballero sin espada / Mr. Smith Goes to Washington
(Frank Capra, 1939)
El último refugio / High Sierra
(Raoul Walsh, 1941)
Un marido rico / The Palm Beach Story
(Preston Sturges, 1942)
Pasión de los fuertes / My Darling Clementine
(John Ford, 1946)
El crepúsculo de los dioses / Sunset Boulevard
(Billy Wilder, 1950)
Cautivos del mal / The Bad and the Beautiful
(Vincente Minnelli, 1952)
Sólo ante el peligro / High Noon
(Fred Zinneman, 1952)
Centauros del desierto / The Searchers
(John Ford, 1956)
Con la muerte en los talones / North by Northwest
(Alfred Hitchcock, 1958)
Sed de mal / Touch of Evil
(Orson Welles, 1958)
Con faldas y a lo loco / Some Like it Hot
(Billy Wilder, 1959)
El fotógrafo del pánico / Peeping Tom
(Michael Powell, 1960)
El terror de las chicas / The Ladies Man
(Jerry Lewis, 1961)
La leyenda del indomable / Cool Hand Luke
(Stuart Rosenberg, 1967)
La semilla del diablo / Rosemary's baby
(Roman Polanski, 1968)