Me estremeció la mujer que empinaba a sus hijos
hacia la estrella de aquella otra madre mayor
y como los recogía del polvo teñido
para enterrarlos debajo de su corazón.
Me estremeció la mujer del poeta, el caudillo
siempre a la sombra y llenando un espacio vital.
Me estremeció la mujer que incendiaba los trillos
de la melena invencible de aquel alemán.
Me estremeció la muchacha hija de aquel feroz continente
que se marchó de su casa para otra, de toda la gente.
Me han estremecido un montón de mujeres
mujeres de fuego, mujeres de nieve.
Pero lo que me ha estremecido
lo que a mi más me ha estremecido
son tus ojitos, mi hija, son tus ojitos divinos.
Me estremeció la mujer que parió once hijos
en el tiempo de la harina y un kilo de pan
y los miró endurecerse mascando carijos.
Me estremeció porque era mi abuela, además.
Me estremecieron mujeres que la historia anotó entre laureles
y otras desconocidas, gigantes que no hay libro que las aguante.
Me han estremecido un montón de mujeres
mujeres de fuego, mujeres de nieve.
Pero lo que me ha estremecido
hasta perder casi el sentido
lo que a mi más me ha estremecido
son tus ojitos, mi hija, son tus ojitos divinos.
Silvio Rodríguez
2 comentarios:
Unas letras muy hermosas para el día en el que se celebra la no violencia de género.
Saludos
El miedo, hace que muchas personas se instauren en el más horrible de los poderes. Aquel que aprovecha su superioridad para ejercer violencia.
Esta bien que se reivindiquen estas situaciones, pero siento que la esperanza está en la educación que las familias ofrecen a sus hijos/as, en la educación que en los centros escolares ofrecen a su alumnado, en la imagen que de las personas que no reunan el perfil de: hombre, joven, dinámico, con éxito social, guapo, con dinero, blanco y con poder, nos ofrece una sociedad que antepone el mercado a la humanidad, el imperialismo a la diversidad cultural, el individualismo a los lazos sociales.
Mujeres, hombres, niños, niñas, ancianos, ancianas... no a cualquier tipo de violencia.
Gracias por recordar con esta letra de Silvio que tal vez se pueda creer en el ser humano.
Un peto ple de pau
Odile
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