..En 1942, en plena Guerra Mundial, la RKO buscaba la manera da hacer frente a las películas de terror de la Universal (Drácula, Frankenstein, El hombre lobo, La momia...) que tanto éxito estaban cosechando. Para ello se contactó con
Val Lewton, un productor de origen ucraniano, al que el estudio impuso para su primer proyecto un título. Nada más que eso. La película se debería llamar
La mujer pantera. Lewton pensó, para dirigirla, en Jacques Tourneur, un director novel con el que había trabajado en
Historia de dos ciudades . Los dos, junto al guionista De Witt Bodeen escribieron una misteriosa historia sobre una mujer de origen serbio afectada por una leyenda ancestral. El film sirvió como modelo para la serie de películas de terror producidas por la RKO después de ella. Decía Lewton al respecto:
"Nuestra fórmula es bien sencilla: Una historia de amor, tres escenas de terror,
más sugerido que mostrado, y una solo de auténtica violencia. Fundido en negro. Todo ello en menos de 70 minutos." La mujer pantera es eso, y mucho más. Tiene de Lewton, la concepción del terror como una inquietud, algo más psicológico que físico, y de Tourneur la idea de introducir la historia en un entorno reconocible y cotidiano. En contraposición al cine de terror de la Universal, aquí no aparecen monstruos o seres malignos, es lo fantástico lo que irrumpe en lo cotidiano da manera natural. Es un cine de la sugerencia, de la ambigüedad.
En un zoológico, Oliver (Kent Smith) conoce a Irena (Simone Simon), una mujer serbia que trabaja en Nueva York como diseñadora de modas. Se enamoran y se casan. En la noche de bodas, Irena se niega a hacer el amor con el marido y se encierra en la habitación. A partir de este inicio, Tourneur teje una historia repleta de ambigüedades, de distintas interpretaciones, acudiendo a las elipsis, la utilización de la luz y las sombras, la omisión de la figura física de la pantera para hacerla más amenazante, y el sonido como elemento crucial en la acción. El director, en los apenas 70 minutos correspondientes, se muestra como el perfecto artesano, capaz de hacer suyos los argumentos más descabellados y dotarlos de aliento poético. A ello contribuye la labor de Nicholas Musuraca en la dirección de fotografía, un operador que volvería a hacer maravillas con las luces, las sombras, los claroscuros, en otro film de Tourneur,
Retorno al pasado, una obra maestra del cine negro.
Como ejemplo de la forma de actuar de Lewton y Tourneur, tomemos la escena en la que Alice (Jane Randolph), la rival de Irena por las atenciones que presta a su marido se siente amenazada en una piscina subterránea por algo misterioso e incorpóreo y permanece en el agua, presa del pánico, incapaz de salir. El terror se sugiere a través de la utilización del sonido, de los contraluces reflejándose en las paredes de la piscina, las sombras inquietantes que podrían ser solo producto de una mujer asustada. Poco antes, en otra secuencia, vemos a Alice caminando sola, de noche por una calle junto a Central Park. La mancha de luz de cada farola se convierte en un oasis de seguridad para ella, rodeada de amenazantes oscuridades. Sus vacilantes pasos se acompañan de sonidos que podrían proceder de los pasos de un gran felino, pero que parecen surgir de las ramas mecidas por el viento.
La mujer pantera fue concebida como unproducto de serie B con unpresupuesto que daba para pocas alegrías.Tourneur era un cineasta capaz de moverse con solvencia en estas circunstancias y aprovecharlas en beneficio artístico del film. A los directivos de la RKO no les gustó cuando vieron la copia de la película finalizada. Tentados estuvieron de dejarla para el fin de los días en un estante del estudio pero había que rellenar huecos, y para su asombro, la película fue un éxito. Costó unos 134.000 dólares y recaudó más de 4 millones. Es por ello que el tándem Lewton-Tourneur podría rodar después
Yo anduve con un zombie y
The Leopard Man.
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